jueves, 11 de octubre de 2012

Martí y la Cultura Americana

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Por Jesús Méndez Jiminián



“La verdad es como el sol. Lo hace ver todo y no se deja mirar”. ~Víctor Hugo (poeta, novelista y dramaturgo francés)


A la memoria de mis amigos y grandes martianos, el ex – presidente de Costa Rica doctor Rod
rigo Carazo, y el extraordinario cubano don Cintio Vitier.

La mayor parte de su vida la vivió Martí en Nueva York. A la urbe neoyorquina llegó el Apóstol en 1880. En gran medida, su obra literaria y su incansable actividad política la desarrolló, por tanto, desde Norteamérica.
Cintio Vitier, destacado investigador cubano de la obra de Martí, fallecido recientemente, ha puntualizado sobre los aportes de Martí a la cultura norteamericana en la obra “Diálogo sobre José Martí”, lo que copiamos:
“Nadie rindió mayores honores a las grandes figuras de la cultura norteamericana de su tiempo que José Martí. En el caso de Whitman, a quien probablemente sólo vio como asistente a una memorable lectura, fue su crónica de 1887 la que lo dio a conocer en las letras hispanoamericanas y españolas, según lo atestiguaron Juan Ramón Jiménez y Rubén Darío, cuyo famoso (trabajo, n. de j.m.j.) al “gran viejo” se escribió sin otra información que la de dicha crónica (…) el impulso de Whitman, cuyos súbitos quiebros, tonos vibrantes, hímnica fuga, olímpica familiaridad-al decir de Martí comentando su elegía por la muerte de Lincoln – parecía a veces como un cuchicheo de astros”.

El doctor Daisaku Ikeda en esta misma obra ha comentado que los “Versos libres de Martí mucho le deben a Hojas de Hierba, de Whitman”.

Al referirse a Whitman, en un ensayo escrito por Martí, Ikeda cita esta frase:

“La vida libre y decorosa del hombre en un continente
nuevo ha creado una filosofía sana y robusta que está
saliendo al mundo en épodos atléticos ".


En los trabajos críticos de Martí sobre las grandes figuras de la literatura norteamericana, Ikeda anota la apreciación del Apóstol sobre Walt Whitman, y señala:
“Fue él quien, por primera vez entre los autores del idioma español, dijo que Walt Whitman era un poeta excepcional. Lo captó, lo comprendió; se maravilló ante el poeta de las Briznas… y no se cansó de propagar entre sus lectores de la América española la grandeza del vate de la nueva democracia. Otro de sus favoritos, a quien encaminó cuando apenas se le conocía en español, fue Emerson”.

“De más está afirmar – dice el doctor Ikeda – que Ralph W. Emerson fue uno de los precursores de Whitman y, también, un cobro del renacimiento estadounidense”.

Emerson en su obra “El hombre y el mundo”, señaló, y así lo cita Ikeda, estas palabras:
“Vemos el mundo pieza a pieza; el sol, la luna, el animal, el árbol; pero el todo de que son partes salientes y radiantes estas cosas, el todo es el Alma”.

Y más adelante, señala:

“Sobre Emerson – dice Ikeda-, Martí escribió: ´en él fue intensamente digno el ser humano. (…) ni el porvenir le hizo temblar, ni le segó el pasado´, ´él ve que la naturaleza influye en el hombre, y que éste hace a la naturaleza alegre; o triste, o elocuente, o muda, o ausente, o presente, a su capricho´. Ve la idea humana señora de la materia universal. Ve que la hermosura física vigoriza y dispone el espíritu del hombre a la hermosura moral (…) siente que el universo que se niega a responder al hombre en fórmulas, le responde inspirándole sentimientos que calman sus ansias, y le permiten vivir fuerte, orgulloso y alegre´. En efecto (…) estas descripciones dan en la tecla precisa sobre lo que fue y postuló Emerson”.

Pero Martí, en Nueva York y toda la Unión Americana, era un asiduo visitante a museos, parques, clubes y encuentros con sabor a cultura latina o norteamericana. Precisamente, en uno de esos círculos de discusiones literarias, conocería a una escritora norteamericana llamada Helen Hunt Jackson.

Martí, tradujo una interesantísima novela escrita por Helen Hunt Jackson llamada Ramona, que en algunas obras nuestras sobre el Apóstol cubano, hemos comentando. Asimismo, sabemos que tradujo del inglés al español otras obras de la literatura norteamericana.

Sin embargo, en el marco de la política norteamericana son bien conocidos algunos trabajos o ensayos escritos por Martí. El personaje de la vida política norteamericana que más poderosamente llamó su atención fue Abraham Lincoln, a quien llamó “El leñador de los ojos piadosos”. Martí le dedicaría una elegía tras su trágica muerte. Los ideales democráticos de Lincoln, constituyeron una fuente de profunda inspiración para Martí, y de su proyecto político – revolucionario.

Pero también, Martí fue un gran expositor de la historia norteamericana. Comentó las grandes hazañas del general Ulises Grant, y de otras grandes figuras de la historia norteamericana. Y sobre la Constitución estadounidense también escribió sus puntos de vista.

Don Max Henríquez Ureña ha citado, en uno de sus ensayos sobre Martí, esta frase singular del Apóstol de la libertad de Cuba:
“Dos cosas hay que son gloriosas: el sol en el cielo y la libertad en la tierra”.

Y como estudioso de la Constitución de los Estados Unidos, en su notable crónica titulada “Las fiestas de la Constitución en Filadelfia”, escrito en 1887, Martí explica “cómo fue el advenimiento de la ley sustantiva de los Estados Unidos de América, y cómo el temor de los Estados más pequeños al predominio de los mayores pudo conjurarse mediante el fraccionamiento del Poder Legislativo en dos cámaras de formación diferente”: el Senado y la Cámara de Representantes.

En Norteamérica también, en 1891, fue Martí “Delegado del Uruguay en la Conferencia Monetaria Internacional Americana que se reunió en Washington (…). A él confió la Comisión encargada del estudio de la moción encaminada a crear una Unión Monetaria Internacional Americana, la redacción del informe que sobre dicha moción debía ser enviado a la asamblea plenaria”.

“En ese informe analizó Martí las razones que, por el momento al menos, se oponían a la creación de una moneda internacional, y señaló la conveniencia de que se reuniese en Europa una Conferencia Monetaria Universal, con asistencia de los países americanos.

De esta manera descartó Martí el plan de crear una unidad monetaria internacional entre las naciones de América. En todo caso, una moneda internacional sólo podría tener curso internacional por acuerdo de todas las potencias, una vez que éstas aceptaran la base del monometalismo o la del bimetalismo que esté llamado a servirle de garantía, y para ello era necesario convocar a las naciones de otros continentes”.

El autor es escritor, ingeniero, miembro de la Academia Dominicana de la
Historia y de la “Cátedra José Martí” en la UASD.

viernes, 3 de agosto de 2012

La Recreación Histórica y el Turismo Cultural en Puerto Rico

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Por Luis Armando Cordero

La pasión por la historia y el ansia por reconstruir el pasado son la sólida base sobre la que se sustenta una gran afición durante varias decadas en Europa y en Estados Unidos, Canadá, Sudamerica y el Caribe. La “Recreación Histórica” o “Historia Viva” es un encuentro directo con el pasado como lo demuestra la siguiente foto de una recreación histórica realizada frente al Morro de San Juan, Puerto Rico en el 1926.
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Su objetivo es profundizar en el conocimiento de la época y revivirla reconstruyendo rigurosamente todos sus aspectos: uniformes, armamento, condiciones de vida, campamentos, música, escenificación de combates, etc. Se trata de recrear sucesos del pasado, principalmente militares, pero también de la vida común.

Con ello se pretende acercar la historia de una manera visual y más atractiva a personas de todas las edades; dar una “clase de historia visual” en la que niños y mayores puedan ver, oír y palpar aquellos hechos que protagonizaron nuestros antepasados, a la vez que adquirimos una mayor comprensión de ellos.

Por supuesto, esta actividad está desprovista de toda identificación política o belicista. Se trata de recrear y divulgar con la máxima autenticidad los acontecimientos que forjaron nuestra Historia, pero estrechando lazos y confraternizando con las demás naciones en pos de la convivencia, la paz, la libertad y la solidaridad entre los pueblos.

EL TURISMO Y LAS RECREACIONES HISTORICAS

En los últimos 50 años el turismo no solo experimentó un gran crecimiento, sino una marcada tendencia a la diversificación. Hasta los 80´s el turismo internacional
se caracterizó por su concentración en zonas costeras y marítimas, durante el verano y con la motivación de recreación y descanso ligado al producto “sol, arena, golf y casinos”.

La tendencia es al cambio. Por un lado turistas más informados y exigentes, con mayor disponibilidad para viajar, y el consiguiente fraccionamiento de las vacaciones, con cierta flexibilidad laboral, y con un incremento en los
años de vida saludables, y una mayor renta disponible para viajes. Por otro lado, el mercado provee nuevos destinos, aumentando la diversificación de productos turísticos que están compitiendo por mayores porciones de mercado.

De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el gasto medio por turista a nivel mundial para 2008 fue de USD 1,024.00. Para América del Norte, USD 1,416.00 y para la región de El Caribe, USD 1,158.00.

La conducta del consumidor, como ya mencionamos, ha cambiado como respuesta al crecimiento económico general y a la mayor disponibilidad de tiempo para viajar.
El modelo de demanda turística está variando hacia vacaciones más cortas, más frecuentes y más intensivas. Aún más, es probable que la presión laboral haga de las
vacaciones una necesidad vital. Se deben reconocer algunas tendencias:

1. Sectores poblacionales con disponibilidad de dinero, pero no de tiempo, y otros con disponibilidad de tiempo pero no de dinero.

2. Creciente demanda de productos turísticos alternativos a los tradicionales tales como el ecoturismo, el turismo cultural y el turismo de recreaciones historicas.

Como hemos señalado, en lugares tales como los Estados Unidos, Canadá y Europa se benefician de las recreaciones históricas y el turismo cultural desde hace mucho tiempo. Una investigación por el Civil War Preservation Trust de Washington, DC afirmó que en 2003, siete recreaciones del batallas de varias guerras de relevancia histórica ocurridas en suelo norteamericano le generaron a los estados de Virginia, Pennsylvania y Tennesee un total $157 millones a la economía y más $ 22 millones en impuestos a los gobiernos locales. Un estudio titulado “Economics of Histórical Preservation in Texas” realizado por la Universidad the Texas y Rutgers University encontró que los turistas en esos estado gastan $1.43 billones anualmente.

LAS RECREACIONES HISTÓRICAS EN PUERTO RICO

En Puerto Rico los esfuerzos e iniciativas dirigidos a definir correctamente la reconstrucción histórica como una afición que combina el entretenimiento con los contenidos didácticos están dando sus frutos. En conexión con los objetivos trazados por dependencias tales como la Compañía de Turismo de Puerto Rico seria bueno que esta dependencia del gobierno y otras instituciones públicas con responsabilidades en la materia dediquen mas recursos y nuevos enfoques para fomentar, canalizar y facilitar estos esfuerzos que a mediano y largo plazo pueden contribuir crear un turismo mas diversificado y autosustentable.

El Regimiento Fixo de Puerto Rico


Un grupo que ha tenido mucho exito y renombre es El Regimiento Fixo de Puerto Rico que recrea, entre otros eventos historicos, el Asedio Ingles de San Juan, Puerto Rico, en 1797.



El Regimiento Fixo de Puerto Rico también ha participando en la recreación histórica de 'La Batalla del Hook ', la mayor de batalla de caballería de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.'

Batallones de "Cazadores Patria " y "Alfonso XIII"

Otro grupo de recreadores que merecen mención especial porque han hecho historia en Puerto Rico son los Batallones de "Cazadores Patria " y " Alfonso XIII " que en en los primeros dos días del mes de junio de 2010 y por primera vez en toda la historia de nuestra isla trajeron la primera Recreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana realizada en los pueblos de Arroyo y Guayama, Puerto Rico. En esta recreación también participó un contingente de recreadores que viajaron desde New York y and Pennsylvania.

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Recreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en Arroyo, Puerto Rico.

PhotobucketRecreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en Arroyo, Puerto Rico.

PhotobucketRecreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en Arroyo, Puerto Rico.

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Recreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en la Casa Museo Cautiño de Guayama, Puerto Rico

BENEFICIOS DE LAS RECREACIONES HISTÓRICAS Y EL TURISMO CULTURAL

Con atención a estas reflexiones iniciales podemos resumir que las prácticas recreativo-turísticas en el marco de una política que armonice los distintos ámbitos de su economía, arroja los siguientes beneficios en relación a los aspectos económicos, ambientales y socio-culturales:

Impacto Económico

- ingreso de divisas, en su modalidad de turismo internacional.

- generación de empleos directos e indirectos.

- fortalecimiento de las economías regionales.

- reconversión productiva, esto es la incorporación de servicios al turista en actividades productivas ya existentes que adquieren la forma de turismo rural, agro- turismo, etc.

- posicionamiento como núcleo de oportunidades para recibir financiamiento nacional e internacional.

- diversificación de mercados para los productos locales como artesanías y alimentos entre otros.

Impacto Ambiental

- Crea conciencia para la protección del medio ambiente tanto por la acción ejercida sobre los turistas como por las medidas impuestas a las empresas en términos de prácticas medioambientales.

- Impulsa mecanismos legales para la protección de espacios naturales, definiendo áreas protegidas; reservas ecológicas; monumentos naturales, etc.

- establece mediante la legislación normas para proteger la flora y la fauna, posibilitando controles y sanciones para la caza furtiva o introducción de especies exóticas.

- transfiere prácticas ambientales positivas a otros sectores de la economía.

- promueve investigaciones sobre los ecosistemas locales.

- promueve el desarrollo de planes de manejo.

Impacto Socio-Cultural

- Revaloriza las costumbres de la comunidad local.

- revaloriza fiestas populares y tradiciones locales o regionales.

- favorece el reconocimiento de los pueblos originarios en sus demandas territoriales u otras.

- Impulsa la producción de artesanías y difusión de técnicas primitivas de realización.

- promueve el interés por la recuperación y conservación de monumentos y sitios históricos.

- promueve el interés por la creación y mantenimiento de museos antropológicos, históricos y de la vida cotidiana; muestras de arte, exposiciones fotográficas, etc.

- promueve investigaciones vinculadas al patrimonio cultural local: historias de vida; procesos de poblamiento; primeros pobladores, etc.

CONCLUSIONES


Atender desde las políticas públicas a la socialización de la población en prácticas recreativas que abarquen las dimensiones del patrimonio natural, social y cultural propio preparan a la comunidad en un doble sentido: ya sea para recibir al turista y promover un aprovechamiento equitativo de los beneficios que de la actividad provengan como para ser turista. En este sentido será necesario promover la gestión de programas de mini-turismo en alguna de sus modalidades y diversidad de posibilidades: Recreación Histórica; campamentismo; turismo ecológico; turismo rural; excursiones culturales; etc. que posibiliten vivenciar el turismo a diversos sectores de la población relegados de recibir los beneficios de esta práctica.

Las demandas de turismo a partir de sujetos socializados en una recreación cotidiana para el desarrollo humano promoverán un turismo para el desarrollo humano, contribuyendo a minimizar los impactos negativos de la actividad.

Teniendo en cuenta las fortalezas y las debilidades del sector turístico puertorriqueño y las tendencias internacionales, se pueden desarrollar líneas estratégicas que deberán abordar el sistema turístico para aproximarse a la visión compartida del Puerto Rico turístico con horizonte hacia la década del 2010.

El autor es Vice Presidente de la Fundación Encuentro Histórico Hispanoamericano residente en Guayama, Puerto Rico.

domingo, 6 de mayo de 2012

LA GUERRA SUBMARINA EN EL CARIBE Y LA PARTICIPACIÓN DE LA REPÚBLICA DOMINICANA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

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                                                     Por Luis Armando Cordero

 

La Guerra Submarina en el Caribe 

Aunque América del Sur, Centroamérica y las islas del Caribe no participaron de manera beligerante en la II Guerra Mundial a excepción de países como México,Puerto Rico y Brasil quienes aportaron tropas al conflicto de manera oficial, la conflagración se convirtió en un factor de política interna de todos los países de la región.

Las potencias europeas, desgarradas por el conflicto, abandonaban sus viejas posesiones coloniales de ultramar y la nueva potencia mundial, Estados Unidos, pugnaba por abrirse paso entre los escombros.

Fue así como, presionadas por EE.UU., que entró en la contienda en 1941 luego del ataque japonés a Pearl Harbor, las naciones del continente fueron pasando de la neutralidad a la declaración de guerra al Eje -Alemania, Italia y Japón- y se enrutaron tras los aliados participando en mayor o menor medida en el esfuerzo bélico.

El almirante alemán Karl Doenitz propuso a Adolf Hitler que destinase una parte de sus submarinos a incursionar en el otro lado del Atlántico. El Almirante lo convenció con una tesis arriesgada, pero de brillantez militar: muchos de los suministros que recibía Inglaterra por el Atlántico Norte tenían su origen en Suramérica y en los mismos Estados Unidos; además, el Caribe estaba desprotegido tanto en sus defensas aéreas como antisubmarinas; por tanto, el punto débil debía aprovecharse.

Es entonces cuando el almirante Karl Döenitz lanza La 'Operación Neuland' (Nuevo Territorio) ejecutada por sus manadas de lobos(submarinos), para interceptar los buques mercantes en el caribe. Hacia finales de 1942, un 36% de todas las pérdidas de barcos mercantes en el mundo ocurrieron en ese teatro de guerra, donde los alemanes tomaron por sorpresa a la Marina de guerra americana (US Navy) que no estaba preparada para enfrentar la amenaza de los submarinos alemanes (U-boats). Aunque en 1941 Estados Unidos había creado un cuartel general para la defensa del Caribe y estaba ocupado extendiendo bases aéreas en la Florida, Puerto Rico, Panamá y en las colonias británicas de Sta. Lucía, Antigua, Trinidad y Jamaica, al inicio de la guerra había menos de 250 aviones disponibles para la defensa de la región, en su mayoría aviones de combate de corto alcance y obsoletos.[1]

En la noche del 15 al 16 de febrero de 1942 tres submarinos atacaron en el lapso de tres horas en el Golfo de Venezuela, en Aruba y Curazao, hundiendo barcos y haciendo fuego sobre refinerías.[2] En la tarde del 18 de febrero otro submarino atacó enfrente de la base de la marina estadounidense de Chaguaramas en Trinidad y en los días siguientes otros dos submarinos hundieron barcos al este de Trinidad y en la región Bahamas/ Cuba, complementado por acciones de submarinos italianos al norte y oriente del arco isleño del Caribe. La primera ola provocó la interrupción inmediata de los transportes marítimos, inclusive los viajes pendulares de buques petroleros pandos especiales entre el Lago de Maracaibo y las refinerías en Aruba y Curazao. La operación duró 28 días y produjo además del bombardeo de refinerías el hundimiento de 18 buques petroleros y otros 23 barcos comerciales, además de averiar otros 7 buques petroleros y 4 barcos. [3] Ver Figura 1.

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Fig.1: Ataques de submarinos en el Caribe: Febrero a Marzo de 1942.

Pocas semanas después de haber comenzado la «Operación Neuland» se iniciaron una serie de oleadas de ataques que duraron hasta el final del año, marcando la primera y más intensiva fase de la guerra submarina en el Caribe.[4]

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Fig.2: Ataques de submarinos en el Caribe: Junio a Agosto de 1942.

En búsqueda de buques solitarios, los submarinos alemanes se movieron al sur en las afueras de Trinidad, Río de Janeiro y Ciudad del Cabo, abasteciéndose con submarinos cisterna de 1.700 toneladas, llamados "vacas lecheras". Así, los comandantes de los submarinos podían duplicar la longitud de sus patrullas frente a las costas de Panamá y las Guayanas. En el Atlántico Occidental los submarinos echaron a pique 26 barcos mercantes en el mes de mayo y causaron un promedio de 20 hundimientos en los siguientes cuatro meses, no obstante que el sistema de convoyes se había extendido hasta Puerto España desde julio.

La protección aérea durante veinticuatro horas al día, no podía descubrir a los submarinos debido a que éstos evadían el radar poniéndose a la misma velocidad y rumbo que los convoyes durante sus ataques. Las escoltas aliadas lograron destruir tres submarinos en esas aguas en el otoño de 1942; sin embargo, los U-Boots continuaron asediando las aguas cercanas a Trinidad con mucho éxito, ya que algunos barcos aislados seguían navegando en esa zona.

Hasta finales de 1942, el 36% de todos los hundimientos de buques comerciales del mundo se efectuaron en el espacio caribeño, tomando en cuenta que, según el punto de vista alemán, el Golfo de México se consideró como parte del área de operación caribeña. Luego se produjo un complicado entretejimiento de estrategias de ataque (uso de submarinos en oleadas, aunque aquí sin técnica de manada) y medidas de defensa (rutas de convoyes y su desplazamiento, acoplamiento de reconocimiento, misiones de marina y de la fuerza aérea). Al mismo tiempo se desató una espiral de innovaciones técnicas por parte del lado alemán.

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Fig.3: Ataques de submarinos en el Caribe: Agosto de 1942.

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Fig.4: Ataques de submarinos en el Caribe: Septiembre a Noviembre de 1942.

En la primavera de 1943 cambió la situación. Con el uso de nuevas técnicas de detección (a partir de junio de 1943) los aliados pudieron debilitar en forma decisiva las operaciones de los submarinos en el espacio caribeño. De los 33 submarinos con misión caribeña entre mayo y julio de 1943, fueron hundidos 5 al salir de Vizcaya, 6 en el Atlántico y 4 en el Caribe, 13 regresaron con averías muy grandes «sin éxito» y solamente 5 (con éxito) (en total 10 barcos hundidos y 4 averiados). Submarinos solitarios seguían penetrando al Caribe y el último abandonó el área en agosto de 1944. La tercera fase de la guerra marítima en la costa americana se desarrolló frente a Brasil, con prolongación hacia la «ruta de la bauxita» frente a las costas de las Guayanas.

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Fig.5: Ataques de submarinos en el Caribe: Diciembre de 1942 a Julio de 1943.

Los submarinos alemanes eran formidables, y sus politizadas tripulaciones constituían la elite guerrera nazi, tanto que las últimas plazas en rendirse en Europa fueron las bases de Lorient, Brest y St. Nazaire, en Francia. De ellas salió la mayoría de los U-Boots que incursionaron en el Caribe.

La Participación de República Dominicana en el Conflicto

 

La historia de la participación de la República Dominicana en la Segunda Guerra Mundial tiene mucho que ver con la personalidad y la política de quien gobernaba el pais para ese tiempo, Rafael Leónidas Trujillo Molina quien fue presidente y general.[5] Trujillo habia recibido entrenamiento militar durante la ocupación de EE.UU. de 1916 a 1924 y cultivo amistades y alianzas con EE.UU y sus militares. De hecho participó como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte logrando emprender una vertiginosa carrera como oficial, llegando al grado de Mayor. Cuando las tropas de EE.UU. abandonaron el país en 1924, dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo se integra en la Brigada Nacional tras haber esta sido creada para reemplazar la guardia nacional, asciende al grado de General. Fue recogida una frase que pronunció antes de ingresar en las filas del ejército: "Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe". Trujillo asumió al poder como Presidente de la República el 16 de Agosto de 1930, en medio de los efectos de la crisis mundial de 1929.

Con el imperativo en mente de proveer para la defensa de los barcos mercantes en ruta hacia el Canal de Panamá, los representantes militares de Estados Unidos formaron una alianza con Trujillo y enviaron una cantidad sin precedentes de ayuda militar a la República Dominicana.

Hay que recalcar que aunque durante la década del 1930 la política exterior dominicana se había mantenido receptiva en cuanto a mantener acuerdos de cooperación tanto con las Aliados como con la potencias del Eje, gradualmente el gobierno de Trujillo terminó por abandonar el coqueteo con el Eje, optando en su lugar por iniciar acuerdos de cooperación con la Administración de Franlkin D. Roosevelt quien se encontraba muy ocupado haciendo preparativos para la eventual entrada de Estados Unidos la Segunda Guerra Mundial.[6] Las ventajas de esta decisión por parte de la República Dominicana significaron ayudas en forma de prestamos y equipo militar de los Estados Unidos hacia esta nación caribeña.

La alianza militar entre los Estados Unidos y la República Dominicana quedo sellada luego del ataque de Alemania contra Francia mediante una nueva táctica llamada "blitzkrieg" (guerra relámpago). [7]Mediante esta nueva táctica Alemania derrotó a Francia en mayo de 1940 en cosa de semanas. Las conversaciones entre el personal militar de Estados Unidos y la República Dominicana comenzaron en junio de 1940. El Departamento de Estado de los Estados Unidos estableció una nueva Embajada en Ciudad Trujillo y la Marina de Guerra americana y las Fuerzas Armadas de ese país también establecieron oficinas adjuntas dentro de la Embajada Americana.

La oportunidad real de ayuda militar recibida por el régimen de Trujillo llego luego de aprobada por el Congreso americano la 'Ley de Préstamos y Arriendos' en marzo de 1941 que le permitió al Presidente Roosevelt enviar equipo militar a todos aquellas naciones que el decidiera que eran vitales para la seguridad nacional de los Estados Unidos. República Dominicana fue el primer país latinoamericano en recibir esta ayuda en el mes de mayo de 1941.[8] Mucha de esta ayuda le permitió a la República Dominicana el poder reforzar su Fuerza Aérea y la Marina de Guerra de forma tal que le facilitara combatir los submarinos alemanes.

Un dato curioso que es bueno mencionar es que dentro de unas cuarenta y ocho horas del ataque a Pearl Harbor en diciembre 13 de 1941, la República Dominicana fue el primer país latinoamericano en declararle la guerra a Japón. Declaraciones de guerra contra Alemania e Italia le siguieron cuatro días después.

La Guerra Submarina en aguas Dominicanas

La primera acción hostil de la guerra que tendrá lugar en aguas dominicanas se produjo la noche del 5 de mayo de 1940, seis meses después se declaró la guerra en Europa.[9] Uno de varios Cargueros alemanes que habían estado varados en Curazao trató de eludir a las patrullas navales británicas y francesas avanzando hacia las aguas neutrales de la República Dominicana a través de la Pasaje de Mona en su travesía hacia Alemania. El Hannover, con un cargamento de minerales y madera, se encontró con el crucero de guerra británico Dunedin y el barco de guerra francés Jean d'Arc dentro las aguas territoriales dominicanas. El capitán del Hannover recibió la orden de detener el barco para ser abordado por los británicos, pero el capitán alemán le ordenó a la tripulación del Hannover hundir y quemar la nave antes de tirarse al agua en botes salvavidas, pero un equipo británico logro extinguir los incendios iniciados por la tripulación alemana y lograron salvar el barco. Dos de los tres botes salvavidas alemanes fueron capturados, pero el tercer bote salvavidas llegó a Punta Cana, con treinta y siete marineros a bordo. Los marinos mercantes alemanes fueron recibidos con simpatía por los campesinos locales del área, que habían permanecido despiertos toda la noche observando la acción entre el carguero y la costa dos barcos de guerra británicos y franceses.

Los submarinos alemanes entraron por primera vez al Mar Caribe a mediados de febrero de 1942. Los primeros supervivientes de los buques torpedeados por estos submarinos lo fueron treinta y un tripulantes del carguero McGregor quienes tocaron tierra en la costa de Puerto Plata y fueron rescatados por la Guardia Costera Dominicana. Algunos de estos sobrevivientes estaban heridos de bala. Para finales del mes de marzo, cuarenta barcos mercantes naves habían sido destruidos por seis submarinos en el área del Caribe solamente. Los submarinos U-boats hundieron sesenta barcos mas en abril, luego hundieron ciento cinco buques durante el mes de mes de mayo de 1942.

 Aunque la Marina de Guerra Dominicana no tuvo acciones contra buques enemigos, su  marina mercante sufrió pérdidas. Dos de los buques en esa lista sombría los fueron el orgullo de la marina mercante dominicana, los vapores "San Rafael" y el "Presidente Trujillo". Históricamente la República Dominicana fue un suplidor tradicional de productos de exportación a la región del Caribe, comercio donde las goletas construidas en el país jugaron un papel principal, a un punto tal que cuando el ex-presidente  de Venezuela, Rómulo Betancourt, vivió en el exilio en Santo Domingo, allá por 1928, se dedicó a la exportación de víveres, vegetales y frutas al Caribe, desde la República Dominicana.[11]

El Hundimiento del Vapor "San Rafael"

El buque mercante dominicano ‘San Rafael’ de 1,973 toneladas, construido en Alemania en 1905 e incorporado a la marina mercante nacional en 1939, con 38 tripulantes a bordo se dirigía de Tampa, Florida hacia Kingston, Jamaica. El domingo 3 de mayo de 1942 a las 11:27am. encontrándose a unas 80 millas al Noroeste de Jamaica en las coordinadas 79’10” Oeste y 18’55’ Norte, fue torpedeado por el submarino alemán “U125”. [10] El torpedo impactó debajo del puente en el costado de babor, hiriendo mortalmente al Primer Oficial. Al despegarse los botes de la embarcación, surge de las profundidades el submarino, a unos cincuenta metros de distancia, y comienza a disparar con su cañón de 88mm al buque, mientras sus tripulantes apuntan con ametralladoras a los marineros dominicanos que remaban con brío para alejarse del lugar. Dos compañeros rezagados a bordo del buque hacen esfuerzos infructuosos por arriar una balsa y se ven obligados a lanzarse al agua.

Bajo el impacto de 32 disparos por ambos costados, 20 minutos después de recibir el torpedo, el “San Rafael” totalmente destruido, se empieza a hundir de proa lentamente, y por unos segundos su tripulación a bordo de los botes salvavidas ven con dolor la bandera tricolor de la República Dominicana ondear con orgullo en la popa del agonizante buque. El “San Rafael” desapareció bajo las aguas a las 11:53 am.

Ocho días permanecieron esos hombres enfrentándose a las inclemencias del tiempo, con escasos alimentos y agua potable, hasta que el lunes 11 de mayo logran llegar a Nueva Gerona, isla de Pinos en Cuba. El “U125” fue posteriormente hundido con la pérdida de toda su tripulación el 6 de mayo de 1943, tres días después de haberse cumplido el primer aniversario del hundimiento del "San Rafael”, por unidades Británicas al este de las costas de Terra Nova, Canadá, cuando intentaba atacar un convoy aliado.

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El U-125 fue echado a pique el 06 de mayo 1943 por destructores británicos.

Los nombres de los 34 marineros dominicanos que entregaron sus vidas durante la Segunda Guerra Mundial cuando navegaban en buques mercantes desarmados por aguas caribeñas, aparecen inscrito en el monumento erigido en su honor por la Liga Naval Dominicana ubicado cerca del monumento a la Caña de Azúcar en Santo Domingo Oriental.[11]

El Hundimiento del Vapor "Presidente Trujillo"

Dieciocho días después el buque mercante " Presidente Trujillo" fue hundido por el submarino alemán U-156 en aguas del mar Caribe con 45 tripulantes, de los cuales 30 murieron en la tragedia.

El vapor "Presidente Trujillo" fue construido por los astilleros Howaldtswerke AG, Kiel, de Alemania, en el año 1900. Con una capacidad de 1,668 toneladas, era un vapor movido a carbón, con una velocidad máxima de 10 nudos.[13]

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El Vapor "Presidente Trujillo". Pasaje/Carga.

En el sitio de Internet Fuerzas Armadas Dominicanas, se dice que "En el mes de octubre, el entonces Mayor del Ejercito Nacional Charles A. Maclaughlin, fue enviado a La Habana, Cuba, para negociar la adquisición del buque mercante "Guantánamo", el cual se adquiriría a una empresa naviera cubana para convertirlo en transporte militar.[14] Así se iniciaba lo que seria la formación de la Marina de Guerra moderna dominicana, llegando al país con una tripulación mixta de marineros españoles y cubanos, al mando del capitán español José Urruchúa (luego su tripulación pasa hacer completamente de origen dominicano). El buque llegó al país el 16 de diciembre de 1933, primero por Puerto Plata, donde fue acondicionado y convertido en transporte militar, el cual recibe el nombre de 'Presidente Trujillo'. En noviembre de 1938, el buque fue desmilitarizado y pasó a manos de la empresa Naviera Dominicana, C. x A. (empresa controlada por el propio Trujillo), el cual comenzó a operar para esta empresa el 1 de enero de 1939. Este barco, junto a tres buques mercantes, cumplía la misión de llevar mercancías principalmente a los países vecinos de las Antillas, México, y Estados Unidos".

El 21 de mayo de 1942, el "Presidente Trujillo" se dirigía hacia San Juan, Puerto Rico, desde Martinica, cuando a poco de haber zarpado fue avistado por el submarino alemán U-156. El vapor llevaba un cargamento de reses. El torpedo llegó sin aviso e hirió de muerte al barco que se hundió en apenas cuatro minutos. De sus 45 tripulantes 30 murieron en la tragedia. La posición del hundimiento es 14.38N, 61.11W -Grid ED66.[15]

El submarino U-156

El submarino U-156 fue comisionado el 4 de septiembre de 1941, bajo el mando del capitán Werner Hartenstein. Realizó 5 patrullas, hundiendo 20 barcos para un total de 97,504 toneladas; 3 barcos dañados y un navío de guerra dañado. Fue hundido a la 1:15 pm del 8 de marzo de 1943, al este de Barbados. Sólo hubo cinco supervivientes entre la tripulación.

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El U-156 en el momento del ataque que acabó con su hundimiento.

Otros hundimientos

El hundiemiento de los buques mercantes " San Rafael" y el "Presidente Trujillo" no fueron los únicos hundimientos de ese año de buques dominicanos. El 16 de junio, el submarino alemán U-126 hundió la goleta "Nueva Altagracia" cerca de la costa de Curazao, y el 12 de julio, la goleta "Carmen" fue hundida por el U-166, a quince millas de la localidad de Cabarete.

Para fortuna del pueblo dominicano, en el tono de 1942 los aliados pudieron armar una ofensiva contra los ataques de submarinos alemanes y por tal razón de hay en adelante no se registraron más hundimientos de barcos de matrícula dominicana.

El “U-516”, al mando del Teniente de Navío Hans Rutger Tillessen, hundió el buque tanque americano “Harrisburg Esso”, de 9,898 toneladas, el día 7 de julio de 1944, muy cerca de Cabo Beata, en la República Dominicana. Este fue el último ataque realizado en el mar Caribe por Submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, (1939-1945).

Resultados finales de la Guerra Submarina

En todas las operaciones militares los submarinos alemanes hundieron en total 2.848 buques mercantes, con un total de 14.000.000 de toneladas. Ningun barco de transporte de tropas estadounidense fue hundido en la guerra.

Una vez que los estadounidenses, los canadienses y los británicos, coordinaron sus esfuerzos, no sólo lograron brindar apoyo casi total a sus rutas de transporte, sino que pudieron dejar el papel defensivo de los convoyes y tomar el papel ofensivo de los escuadrones "cazasubmarinos". El desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas tácticas en ambos bandos inclinaron la balanza de un lado al otro, pero al final, Alemania no pudo hacer frente a las potencias tecnológicas angloparlantes.

Por el lado alemán, el porcentaje de bajas fue alarmente: de los 1.170 U-Boots alemanes que participaron en la Segunda Guerra Mundial, 785 fueron hundidos por los Aliados, sin contar los que fueron hundidos en accidentes, capturados o desaparecieron. La llegada tardía de los Submarinos del tipo XXI, no pudo subsanar lo que 6 años de guerra no habían podido hacer. En total, el 75% de los sumergibles fueron hundidos o capturados, un porcentaje de bajas más alto que el de los kamikazes.

Repercusiones de la Guerra Submarina en el Caribe

Quizás mas que nada la guerra submarina en el Caribe repercutió sobre la política de seguridad de los Estados Unidos y las medidas tomadas como consecuencia de ella. Esta política siempre era fuertemente orientada hacia el Canal de Panamá como un ojo de aguja altamente sensible, pero también era determinada por la protección de las rutas de transporte marítimo con el fin de asegurar suministros estratégicamente importantes de materiales vitales. Fueron casi cien los Submarinos que operaban en el Caribe, por lo general en oleadas de 5 a 12 submarinos. La dimensión de la casi completa interrupción de los transportes vitales de petróleo y gasolina hacia Inglaterra y de los transportes de bauxita para la industria de aviación en Estados Unidos en 1942 y el shock que causaron las operaciones de naves de guerra enemigas en la desembocadura del Mississipi y en el alcance visual del Canal de Panamá, Guantánamo y la costa de Florida, contribuyeron a que el potencial de amenazas marítimas se convirtiera en un punto focal de la política de seguridad norteamericana.
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1) Dr. James S. Corum,"La Guerra en el Caribe—el Poderío Aéreo en contra de los Submarinos Alemanes en Aguas Latinoamericanas", Air & Space Power Journal,Cuarto Trimestre 2003.
2) Gerhard Sander, "La Guerra Submarina en el Caribe", Anotaciones y complementaciones acerca del libro de igual título de G. T. M. Kelshall.
3) Ibid.
4) Ibid.
5) Eric Paul Roorda,"The Dominican Republic during World War II: The Axis, the Allies, and the Trujillo Dictatorship", Chapter for Latin America during World War II, March 2004.
6) Ibid.
7)Ibid.
8)Ibid.
9) Ibid.
10)William V. Wall, "Crónica del hundimiento en el Caribe del “San Rafael” ", Periódico Hoy, 9 demayo de 2009.
11) Ibid.
12) Roberto B. Saladín Selín,"Recordando nuestras goletas", Periódico Hoy, 14 de Junio 2008.
13) Carlos J. Mey / Miguel A. Galdeano,"Indice General de la Marina Mercante Dominicana", Fundacion Histarmar, Buenos Aires, Argentina.http://www.histarmar.com.ar/
14)"El hundimiento del "Presidente Trujillo", http://www.diariolibre.com/noticias/2007/05/21/i136155_index.html 
15) Ibib. 

 El autor es Vice Presidente de la Fundación Encuentro Histórico Hispanoamericano residente en Guayama, Puerto Rico.

domingo, 25 de marzo de 2012

WINSTON CHURCHILL Y LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE CUBA

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 Por Luis Armando Cordero


"La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez." ~ Winston Churchill

En 1895 Winston Churchill viajó a Cuba, donde observó los combates entre las tropas españolas y los rebeldes. El periódico The Daily Graphic, de Nueva York, financió su viaje a cambio de que escribiera artículos sobre lo que fuera viendo.[1]

La idea de buscar un poco de acción en los acontecimientos de aquella época trajo a a don Winston a visitar las operaciones militares españolas contra los rebeldes todo esto casi un año después de graduarse en la Escuela Militar de Sandhurst, en diciembre de 1894.[2] Poco después, Churchill ingresa como alférez en el 4º Regimiento de Húsares, una unidad que, por cierto, habia combatido en la Guerra Peninsular -de Independencia para los españoles-la Primera Guerra Afgana y la Guerra de Crimea. Apenas unos meses después de su incorporación, a finales de febrero de 1895, los dirigentes independentistas cubanos llevaron a cabo una nueva insurrección. El General Emilio Calleja, capitán general de Cuba, subestimó las fuerzas de sus adversarios. Sin embargo, el desembarco en la isla de José Martí, Maximo Gómez y los hermanos Antonio y José Maceo galvanizó a los rebeldes de tal modo que la insurrección alcanzó cotas alarmantes para Madrid.

Como resultado de aquello, el liberal Práxedes Mateo Sagasta envió un contingente de más de 8.000 hombres como refuerzo a la guarnición militar de la isla caribeña.

Fué en ese tiempo cuando Churchill y un compañero, Reginald Barnes, conocido como Reggie, llegaron a la isla a finales de noviembre. Apenas unos días después, el 28 de noviembre, fueron encamados a una columna comandada por el general Álvaro Suárez Valdés. Este alto mando de origen astuariano, cuya carrera también estaba estrechamente ligada a Cuba había llegado desde la Península en febrero de 1895, tras proclamarse el nuevo conato rebelde.

Suárez Valdés recibió a Churchill y a Barnes en su destacamento. Durante una semana, los dos jóvenes oficiales británicos, destacados como observadores militares, tuvieron ocasión de acompañar a los efectivos del general en su lucha contra los mambíses. Precisamente, estando en el teatro de operaciones, el 30 de noviembre, Churchill celebró su 21 cumpleaños.

La estancia de Churchill en Cuba supuso una intensa polémica en la prensa británica y estadounidense, por lo general alineada con los rebeldes. Por su actuación en la batalla y por su imparcialidad en sus escitos el alto mando español en Cuba solicita para él –y para Barnes– la concesión de la Cruz Roja al Mérito Militar. Churchill tuvo que explicarse, especialmente al conocerse que el alto mando español en Cuba había solicitado para él -y para Barnes- la concesión de la Cruz Roja al Mérito Militar
"No he disparado un solo tiro de revólver. He sido miembro del Estado Mayor del general Valdés por cortesía, y soy condecorado con la Cruz Roja únicamente por cortesía", aseguró a los medios de comunicación.

La propuesta de concesión fue cursada el 6 de diciembre de 1895 y concedida el 25 de enero de 1896 para ambos huéspedes del general Suárez Valdés.

Churchill tenia puntos de vista muy claros con relación a la Guerra de Cuba. El sentía una simpatía natural por los pueblos que buscaban su libertad e independencia. El se dio cuenta que "el clamor de los cubanos por independencia nacional era unánime". En su primera expedición que había escrito lo siguiente: "Los insurgentes logran una adhesión continua. No hay duda de que poseen la simpatía de toda la población."[3]

Sin ocultar sus críticas a la autoridad española, Churchill, que aprovechó el viaje para ganarse algún dinero publicando algunas crónicas ya análisis sobre la situación cubana, daba una versión sobre ésta mucho más alternativa. El 15 de febrero de 1896 aseguraba en la Saturday Review que "la victoria rebelde ofrece poco bueno al Mundo en general o a Cuba en particular, insistiendo en que "aunque la administración española sea mala, un gobierno cubano sería peor, igualmente corrupto, más caprichoso y muchisímo menos estable". Vistos los epitetos dedicados a la presencia española en Cuba, las opiniones de Churchill lo situaban como un raro pro-español en aquél momento.[4]

De Cuba, además de su afición por la siesta y los habanos, Churchill sacó en claro una campaña de autopromoción impagable, la Cruz Roja la Mérito Militar y la Medalla de la Campaña de Cuba, concedida por el gobierno español en 1914, ya siendo Lord del Almirantazgo, tras su aprobación por aquél.


Fuentes de Internet:

1. "Curiosidades de la guerra". http://wicho621.fullblog.com.ar
2. Foro Punto de Encuentro 1898, "Wiston Churchill en la Guerra de Independencia de Cuba". http://1898.mforos.com
3. Randolph Churchill, "Winston Churchill in Cuba", http://www.spanamwar.com
4. Foro: Personajes de la Historia de España y Países Hispanohablantes, " Churchill y la Guerra de Cuba". http://www.elgrancapitan.org

 El autor es Vice Presidente de la Fundación Encuentro Histórico Hispanoamericano residente en Guayama, Puerto Rico.

sábado, 14 de enero de 2012

Hostos en Emilio Rodríguez Demoriza

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Por Jesús Méndez Jiminián

“Es preciso ver ciertas cosas admirables de la naturaleza para creer en su existencia”.

~ Eugenio María de Hostos (1839-1903)

Posiblemente, al concluir esta primera década del siglo XXI como sentenciara el destacado intelectual puertorriqueño Antonio S. Pedreira, Eugenio María de Hostos sea todavía hoy “un hombre que todos conocen y nadie ha leído”.

Y todo esto, pese a la gran suerte que hemos tenido de que dos grandes figuras de la intelectualidad y la cultura dominicana y universal como Emilio Rodríguez Demorizi y Juan Bosch, hayan dedicado largas horas de existencia, para dar a conocer la vida y obra de este gigante de la educación y del patriotismo antillano.

Las ideas educativas, patrióticas, políticas y éticas de Eugenio María de Hostos, hoy día cobran más vigencia que nunca. Sus aportes innegables en estos campos están ahí. No han podido ser derribados, pese a los “mandarriazos” que sus enemigos, incluidos los de su fe religiosa le han dado a su colosal trabajo educativo e intelectual. ¡Se han mantenido incólumes por más de un siglo!

¿Qué hace falta hoy día para verdaderamente echar a andar las ideas de Hostos en el país? Pues, hace falta entre otras cosas valor, voluntad política, y sobre todo, deshacernos de es a venda de ignorancia y de imposición a que nos someten quienes desde el poder no conocen, o se hacen no conocer tal vez, el verdadero alcance de los postulados hostonianos en sus distintas vertiente. Pero también, hace falta, en lo particular, hurgar en las páginas donde está plasmado el pensamiento hostoniano en toda su dimensión.

Y como señalé al inicio, uno de los verdaderos prohombres dominicanos en dar a conocer la importante obra de Hostos, sobre todo en Santo Domingo, fue don Emilio Rodríguez Demorizi. Esa titánica e invaluable labor de Rodríguez Demorizi a lo largo de varios años tuvo verdadero alcance en todo el país y el resto del continente.

La selección de “Páginas Dominicanas” del Maestro vienen como una compilación del trabajo incansable, desplegado por Rodríguez Demorizi entre los años 1939 y 1942, lo mismo que los dos volúmenes de “Hostos en Santo Domingo”.

Estas dos importantes compilaciones, reitero, realizadas por Rodríguez Demorizi sobre publicaciones del Maestro, posteriormente dieron lugar, varios años después, en 1956 específicamente, a que el diario El Caribe promoviera una encuesta, “aunque viciada”, sobre la influencia de Hostos en la vida dominicana, entre otros aspectos.

Eugenio María de Hostos y Bonilla (11 de enero, 1839 -11 de agosto, 1903) llega por primera vez a la República Dominicana, y lo hace por Puerto Plata, el 30 de mayo de 1875 a bordo del vapor americano Tybee. Procedía de Nueva York. Ya entre 1863 y ese año en que arriba al país, había estado en Madrid, Barcelona, París, New York, Cartagena, Panamá, Callao (Perú), Lima, Valparaíso, Santiago de Chile, y muchísimos lugares más de la patria de Bernardo O´Higgins, y que liberó José de San Martín.

En sus “Notas de viajero en Puerto Plata”, y que aparecen en “Páginas Dominicanas”, escribiría luego Hostos al divisar en las primeras horas de aquel día tierra dominicana, lo siguiente: “En el límite oriental del firmamento estaba el sol (…) El sol era el que ilumina las Antillas: la Antilla que iluminaba era Quisqueya”. Tierra de sus antepasados, pues, produjo como él mismo dijera “a los Bonilla”.

Pero, como dato curioso debemos apuntar aquí, que ya antes, es decir, durante su estancia en Nueva York (31 de octubre de 1869 - 4 de octubre de 1870), Hostos, había publicado en la prensa de esa urbe una serie de artículos dedicados a la República Dominicana. Aparecerían luego, también en Nueva York, el 15 de marzo de 1875, en las páginas del Nuevo Mundo y la América Ilustrada.

Pocos días después de estar en nuestro país, Hostos, daría a conocer su visión educativa y antillanista a través de las páginas periodísticas de “Las Dos Antillas”; y luego, a través de otros medios fundados y dirigidos por él, de corta duración, como “Las Tres Antillas” (julio de 1875), y “Los Antillanos” aparecido el 12 de agosto y desaparecido el 4 de noviembre de 1875.

Aquellos inicios difíciles y tortuosos de Hostos aquí y sus años de permanencia luego, de tantos azares y vicisitudes en la vida política del país, y donde el Maestro vivió asediado, perseguido, calumniado, vejado y hasta humillado por el autoritarismo retrógrado, ciego y desalmado de quienes detentaron, casi sin excepciones algunas, el poder político, los resumiría don Emilio Rodríguez Demorizi con estas palabras:

“Cuando, en 1875, llega por primera vez a la República, pronto ha de entregarse a la angustiosa defensa de los emigrados cubanos y puertorriqueños de Puerto Plata, lo que le arrastra a mezclarse en la llamada Evolución de enero de 1876, que produjo la caída del Presidente González. Y no bien acaba de iniciarse en el magisterio, cuando la certera previsión de una nueva revuelta le induce a dejar el país. Retorna en 1879, y no tarda en presenciar la revolución que derrocó al Presidente Guillermo. Durante la Presidencia de Meriño, de 1880 a 1882, en los primeros tiempos de la Normal, tampoco hay paz, sino a costa de lamentables fusilamientos. Nueva Revolución. Meriño recurre a la dictadura como triste remedio a males peores; dicta el funesto decreto de San Fernando; combate (Meriño, n. de j.m.j.) la frustrada expedición militar de Cesáreo Guillermo, que termina en cadalsos y precipitaciones. En el período presidencial de Woss y Gil de 1884 a 1886, hay dos revoluciones. Al año siguiente se entronizaba la férrea y larga dictadura de Ulises Heureaux y poco antes de ausentarse (Hostos, n. de j.m.j.) para Chile, en 1888, había otra revolución que, como siempre, terminaba con regueros de sangre, descrédito y miseria”.

Así concluye el siglo XIX en la vida política del país, donde Eugenio María de Hostos, pese a todas estas vicisitudes, calamidades y revueltas políticas, contra viento y marea, echa a andar su colosal andamiaje educativo, ético y moral, así como su brillante proyecto político de la unidad antillana, como un “ministro sin portafolio”.

Al referirse a la “ingente obra de Hostos en Santo Domingo”, don Emilio Rodríguez Demorizi en “Hostos en nuestro pasado y nuestro porvenir” apunta con mucha certeza y con una extraordinaria vigencia actual, lo siguiente:

“De Hostos debe afirmarse que no ha terminado aún su obra en Santo Domingo, en las Antillas, en el Continente. Su palabra rediviva, por tantos años apagada y dispersa, descenderá otra vez desde su alta cátedra en busca de conciencias. Todavía puede aprovecharse la voz del Sabio. Todavía quedan muchas cosas que él quiso que se hicieran. Todavía la conciencia dominicana no es lo que él quiso que fuese: luz de verdad, de bien y de progreso. En realidad, su vasta empresa, iniciada en tiempos de oscurantismo, y rota aquí por el destierro y luego por la muerte, no deberá aceptarse sino como un punto de partida, desde el cual urge reemprender la jornada hacia el objetivo señalado por él: civilización o muerte”.

Y más adelante anota Rodríguez Demorizi, señalando la clara aspiración política que quiso Hostos de Santo Domingo y de nuestros pueblos, lo siguiente:

“Y en esa larga senda que los inertes, los apáticos, los retrasados, los malévolos y egoístas convierten en viacrucis, el Maestro será creciente y poderosa luz, diáfano abrevadero de doctrinas en que ha de fortalecerse el civismo dominicano; sementera de enseñanzas morales para dignificar la educación y forjar ´hombres de razón y de conciencia´; luz, también, que ha de encenderse de nuevo para ser guía de esa inaudita utopía de ayer y de hoy, que será, quizás en no lejanos días, la más alta aspiración política ´que conciencia y razón, deber y verdad, señalan como objetivo final de nuestra vida´ en los pueblos del Caribe: La Confederación de las Antillas. "

El Maestro quería que Santo Domingo- continúa diciendo Rodríguez Demorizi – fuese “la nación generatriz de la gran nacionalidad antillana”. En ella, Santo Domingo tendría el sitial glorioso señalado por el Apóstol. Entonces, en las nuevas islas helénicas, en las islas fraternas, junto a los padres de las pequeñas patrias se alzarían las altas figuras de los padres de la Patria Mayor: Hostos, Betances, Martí, Máximo Gomez, Luperón"; ”; y agregamos nosotros: Duarte, Bosch, Manolo Tavárez y Francis Caamaño.

Pero, mientras seamos ayer y hoy indignos hijos de la Patria; mientras pisoteemos el pensamiento y los ideales de nuestros prohombres; mientras desde las alturas del poder nos burlemos del pueblo negándole a nuestros hijos la educación que se merecen (el 4% según la Constitución vigente); mientras los corruptos sigan haciendo de las suyas desde el poder y aquí no pasa nada, entonces estaremos pisoteando no sólo a Hostos y sus paradigmáticas ideas, sino que estamos trillando el indecoroso camino para disolver la Nación que tanto luto, dolor, sangre, lágrimas y sacrificios ha costado construir a nuestros héroes y mártires.

Estoy seguro de que más temprano que tarde “en la tierra que sirve de amorosa sepultura” al Maestro, habrá pronto de iluminar el sol de la verdad y de la justicia. Este nuevo natalicio de Eugenio María de Hostos y Bonilla, debe servirnos a todos los dominicanos, sin excepción, para tomar conciencia de la Patria que realmente queremos construir y hacer prosperar, basada en los ideales del Maestro y de nuestros verdaderos líderes, y levantar así la bandera de lucha y sacrificio que él enarboló con dignidad y gallardía durante toda su vida. Sólo así seremos más dominicanos y dominicanas. He dicho.

El autor es escritor, ingeniero, miembro de la Academia Dominicana de la Historia y de la Cátedra “José Martí” en la UASD.