miércoles, 6 de noviembre de 2013

SOBRE EL LINAJE MASÓNICO DE LAS BANDERAS DE CUBA Y PUERTO RICO

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Por Luis Armando Cordero Morales


"No hay nada tan indestructible como un símbolo, pero nada es capaz de tantas interpretaciones." Goblet d Alviella

La Bandera de Cuba


A las doce del día del 20 de mayo de 1902, momento preciso del nacimiento jurídico de Cuba como estado independiente y soberano, se arrió la bandera norteamericana en todos los edificios públicos de la isla y se izó en su lugar la bandera cubana con su triángulo rojo, sus franjas blanquiazules y su estrella solitaria.

Al generalísimo Máximo Gómez le tocó el honor de izarla en el Morro. La misma ceremonia se repitió simultáneamente en el Palacio de los Capitanes Generales. Oficiaban allí el saliente gobernador militar norteamericano, Leonard Wood, y el presidente electo cubano, Tomás Estrada Palma, que en aquel momento asumía la jefatura del Estado que nacía.[1]

La Bandera de Cuba ya había sido enarbolada por primera vez en Cuba por el General de origen venezolano Narciso López en la ciudad de Cárdenas, provincia de Matanzas, el 19 de mayo de 1850.

Narciso López nació en Caracas, Venezuela, en 1797 y murió en La Habana, Cuba, el 1ro. de septiembre de 1851. Durante el proceso de emancipación de la América Hispana sirvió en el ejército español. Su última actuación en Venezuela, fue en la Batalla naval del Lago de Maracaibo (Última batalla de la independencia de Venezuela), donde al ser destrozada la flota española, huyó a Cuba con un grupo de marinos del lado realista. Al independizarse Venezuela llegó a Cuba en 1823 con los restos del ejército español.[2]

Cuatro años más tarde marchó a España, y allí luchó en la guerra civil que se desata en España (primera Guerra Carlista), donde sus méritos militares le elevaron al grado de brigadier en 1836. En 1839 recibió el cargo de gobernador de Valencia y un año más tarde fue ascendido a general. También ocupo el cargo de Gobernador Militar de Madrid y representante en las Cortes por Sevilla.[3]

Regresó a Cuba en 1840 con Jerónimo Valdés, que había sido nombrado Capitán General. Éste le confió la tenencia de Matanzas y Trinidad y la presidencia de la Comisión Militar, contrayendo asimismo matrimonio con una hermana de un gran terrateniente cubano.

A la caída de Valdés, el sucesor de éste, el Capitán General Leopoldo O'Donnell, le destituyó en 1843 de sus cargos, López fue privado de todos sus comandos y decidió retirarse a la vida civil.

En contacto con los grupos Autonomistas locales de las fortunas de la isla, se embarcó en acciones contra la metrópoli, como la llamada conspiración de la Mina de la Rosa Cubana, que tenía ramificaciones en toda la isla y tras cuyo fracaso se vio obligado a huir a Estados Unidos en 1848.[4]

Una vez en Nueva York, López fue contactado por un tal Ambrosio José Gónzales, miembro del "Havana Club", una organización secreta que lo había enviado desde la Habana para buscar apoyo en la anexión de Cuba a los Estados Unidos. En aquel mismo año, el contacto entre grupos separatistas cubanos fructificó en la organización de un Consejo Cubano en Nueva York.[5]

Narciso López, por su lado, se dedicó a preparar una expedición, a la financiación de la primera invasión de Cuba en 1849, a actividades de propaganda e incluso al diseño de la que es hoy la bandera cubana.[6]

Surgimiento de la Bandera

En el proceso de creación de la bandera cubana es imposible dejar de mencionar a la República del Norte (EE.UU.) ya que es allí donde se refugiaban la gran mayoría de los exiliados políticos cubanos a través de toda su historia y es allí donde surge y se crea el mayor símbolo cubano.

En el caso de los cubanos hay que tener presente que compartían un espacio geográfico el cual posibilitaba que fuese el lugar ideal para tener allí un refugio seguro así como también la base logística que se requería.[7]

De lo anterior se infiere que no es pura coincidencia que la Bandera Cubana fuera creada en una casa de huéspedes, residencia del matrimonio Teurbe Tolón, en la ciudad de New York, en los primeros días de junio de 1849.[8]

El general Narciso López y Uriola, citó allí a un grupo de sus colaboradores directos de La Junta Promovedora de los Intereses Políticos de Cuba, organización que tenía como objetivo luchar por la separación de Cuba de su metrópoli.[9]

Los colaboradores allí reunidos fueron: el general Narciso López y Uriola, Presidente de La Junta y su líder político. Cirilo Villaverde, su Secretario Privado y Secretario de la Junta, autor de la novela “Cecilia Valdés” que sería considerada posteriormente como la obra cumbre y emblemática de la literatura cubana. También estaban allí Miguel Teurbe Tolón, poeta y dibujante y Manuel Hernández.[10]

Hay que destacar que este grupo de personas también había participado en la conspiración de 1848 organizada en Cuba y que era conocida como la Conspiración de “La Mina de la Rosa Cubana” organizada y liderada por el general López, que tuvo su núcleo central en la zona de Manicaragua y Trinidad y con ramificaciones en Cienfuegos, Matanzas y Villa Clara, conspiración que es descubierta por los españoles en junio de 1848, por lo que todos tienen que exiliarse en los Estados Unidos. Todos ellos eran masones de reconocida trayectoria condición, dato que se menciona por tener implicaciones en la creación de la bandera cubana.[11]

De acuerdo a la versión ofrecida por Cirilo Villaverde, secretario personal del general Narciso López, éste llevó a la reunión de New York un boceto realizado con lápiz de color, tomando como base su proyecto de bandera de un año antes en la conspiración de “La Mina de la Rosa Cubana”, contentiva de los colores republicanos, (azul, blanco y rojo) que sería el embrión de la nueva bandera.[12]

Para este nuevo diseño propuso “el triángulo equilátero”, que representa la principal innovación que ostenta y distingue el pabellón cubano del resto de las demás banderas creadas hasta entonces en el mundo. El triángulo equilátero es un símbolo de la masonería escocesa.[13]

El significado de los símbolos reflejados en la Bandera Cubana, los dio hace más de 150 años, Cirilo Villaverde y aparece en libro de Francisco J. Ponte Domínguez, "La Masonería en la Independencia de Cuba":

"Hoy es bastante conocido quien fue el autor del estandarte aunque es menos divulgada su génesis, inspirada en la simbología masónica. Según testimonio de Cirilo Villaverde, a principios de 1849 acostumbraban a reunirse, en la casa del también masón y poeta Teurbe Tolón, varios cubanos partidarios de la causa separatista. En una de estas tertulias se comenzaron a manejar ideas para la elaboración del pabellón cubano. Narciso López propuso tres franjas azules en campo blanco, representativas de las tres regiones militares en que se dividía el país. Para el color rojo, según Villaverde (...) "López, que era francmasón, naturalmente optó por el triángulo equilátero", que simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la divisa masónica de libertad, igualdad, fraternidad y a la división tripartita del poder democrático. La estrella de cinco puntas significa la perfección del maestro masón: la fuerza, la belleza, la sabiduría, la virtud y la caridad.... " [14]

Manuel Hernández sugirió poner en el centro de dicho triángulo el “ojo de la providencia” por ser también un símbolo de la masonería y para seguir las leyes de la heráldica. Según relata Cirilo Villaverde en su diario, el general López se opuso alegando lo siguiente:

en el centro del triángulo solo correspondía poner la Estrella de Cuba levantándose sobre campo de sangre para presidir la lucha y alumbrar el camino trabajoso y obscuro de la libertad e independencia de la patria aherrojada”.[15]

Era obvio que la bandera creada por López necesariamentehacía hacía referencia a dos grandes acontecimientos políticos e históricos de su tiempo: la guerra de independencia de los Estados Unidos que hizo nacer su propia bandera, y la bandera de Francia, la Francia insurgente de 1789, del sentido de aquellos tres colores, rojo, azul y blanco: libertad, igualdad y fraternidad.tenía la influencia tricolor de las banderas de los revolucionarios norteamericanos y franceses.

Hay versiones que se refieren a que la estrella escogida era la de la Bandera de Texas, pero ¿A qué otra estrella podían remitirse los cubanos separatistas que no fuera la Estrella que inmortalizó en 1823 el Poeta Nacional cubano José María Heredia en sus versos “La Estrella de Cuba,?“.[16] Heredia tuvo una influencia decisiva en su generación, particularmente entre los precursores de la independencia y era masón al igual que López y sus colaboradores. Este poema fue creado por Heredia en octubre de 1823 y editado en 1832 y es considerado por muchos el primer poema revolucionario de la patria cubana.

En su libro “La Novela de mi Vida”, inspirada en la vida del poeta José María Heredia, Leonardo Padura nos dice lo siguiente:

“Sus versos largamente prohibidos y censurados en Cuba, fueron sin embargo aprendidos por los jóvenes cubanos y recitados como clave de entendimiento y pronto simbolizaron un ideario que asumiría incluso la estrella de Cuba para llevarla a la bandera, y las palmas- ausentes en el Niágara, señoras del Valle del Yumurí- para plasmarlas en su escudo.”[17]

Volviendo al tema que nos ocupa, el general López, después de oír criterios y conseguir el acuerdo de todos aprueba definitivamente la bandera. El dibujo final de la bandera concebida se lo encarga el General López, a Miguel Teurbe Tolón en su condición de dibujante.

Una vez finalizada está histórica reunión, creada ya la bandera, la que se convertiría veinte años después en el símbolo oficial de los cubanos, el general Narciso López le encomienda, personalmente, a la también patriota Emilia Teurbe Tolón, esposa y prima del poeta Miguel Teurbe Tolón para que confeccionara en tela, el primer prototipo de la Bandera Cubana.

Cuando aquel diseño estuvo terminado, una bandera de tamaño heroico se izó por primera vez en la ciudad de Nueva York en el edificio del periódico The Sun, situado en las calles Fulton y Nassau. Reproducciones viajaron a Nueva Orleáns y otros territorios. Emilia traería dentro de un cojín la suya propia a Matanzas, su tierra, y sería enviada al Camagüey y a los territorios centrales donde sería enarbolada por Isidoro Armenteros y Joaquín de Agueros. Ya nadie podría olvidar estos colores ni estos símbolos. En poco tiempo, la bandera se convirtió en una leyenda.

Al año siguiente, Narciso López usó esta misma bandera para llevar a cabo el 9 de mayo de 1850 su proyecto expedicionario, al desembarcar en Cárdenas con 600 hombres a bordo del Vapor Creole, pero el escaso apoyo recibido en la isla y la inferioridad de sus fuerzas le obligaron a retirarse. La fracasada invasión, que duró sólo un día, con tropas de voluntarios de varios estados del sureste de los Estados Unidos y con el General Ambrosio José González como segundo al mando, para siempre ha señalado a la ciudad de Cárdenas como "Ciudad Bandera", por ser allí donde se izara por primera vez la que luego sería la enseña nacional cubana.[18]

Es conveniente intercalar aquí el dato de que en el mes de enero de 2010 la Sala de las Banderas del Museo de la Ciudad de la Habana recibió de manos de Enrique Arturo Antonio Houston Touceda una de las banderas originales ondeadas en Cárdenas en 1850, que será destinada a la colección de insignias independentistas cubanas, custodiada por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La bandera conservada celosamente Juan Manuel Macías, amigo y fiel colaborador del General Narciso López, a quien acompañó desde tierras norteamericanas en la expedición del vapor Crole.[19]


Donación al Museo de la Ciudad de la Habana de la bandera utilizada en las luchas independentistas cubanas.

El 11 de abril de 1869, un año después del comienzo de la Guerra de los Diez Años, se reunió la primera Asamblea Constituyente de la República de Cuba en Armas en Guaimaro, Provincia de Camagüey. El debate se enfocó entre dos banderas de gran simbolismo, la Demajagua creada por Carlos Manuel de Céspedes al dar comienzo a la guerra independentista, y la de la Estrella Solitaria de Narciso López, siendo ésta la elegida, ya que Narciso López había sido quien había dado el primer paso por la libertad de Cuba. La bandera de La Demajagua no fue desechada, sino al contrario, fue puesta en las sesiones de la Cámara de Representantes y conservada como parte del tesoro nacional. José Martí usó la bandera Narciso López para el Partido Cubano Revolucionario en 1892 y la misma fue designada como la bandera oficial de Cuba en 1903.

Las especificaciones de diseño de la bandera cubana fueron establecidas por el primer presidente de Cuba, Tomás Estrada Palma, mediante Decreto, el 21 de abril de 1906 y han permanecido sin modificaciones desde entonces. Su forma: Es rectangular, de doble largo que ancho, compuesta por cinco franjas horizontales del mismo ancho, tres de color azul turquí y dos blancas dispuestas de forma alternada. Un triángulo equilátero de color rojo, en uno de sus extremos, uno de cuyos lados es vertical, ocupa toda la altura de la bandera y constituye su borde fijo. Dicho triángulo, lleva en su centro una estrella blanca de cinco puntas, inscripta en una circunferencia imaginaria, cuyo diámetro es igual a un tercio de la altura de la bandera, con una de sus puntas orientada hacia el borde libre superior de la bandera.

Como hemos mencionado anteriormente, López era venezolano de nacimiento, ex combatiente de la guerra de independencia latinoamericana contra las tropas de Bolívar; ironías de la historia. López no pretendía en última instancia la independencia de la isla, sino más bien -como en el caso de Tejas- su eventual anexión a los Estados Unidos.[20]

Lamentablemente para López su concepto de independencia y libertad estaba viciado, y la abolición de la esclavitud nunca entró dentro de sus planes para lo que se convertiría en la obsesión de lo que le quedaba de vida, la libertad de Cuba. Sin embargo, mientras la libertad había sido unánimemente vista como un sistema de independencia total por los emancipadores americanos, López tenía una idea un tanto diferente que tanto entonces, como ahora, no le perdonarían los historiadores: Cuba, para ser libre, tenía que ser norteamericana.[21]

No obstante lo anterior, se considera que lejos de ser un imperialista disfrazado, Narciso López simplemente sufría de los conceptos aun arraigados en los hombres de la época sobre la libertad de las naciones, que no siempre incluían la abolición de la esclavitud.

Es curioso que una bandera nacida a la sombra del anexionismo como la de don Narciso hubiera llegado a convertirse en la enseña de un movimiento emancipador y nacionalista como lo fue el gestado por Jose Martí años después. Sobre todo al existir una prestigiosa bandera rival: la que enarbolara Carlos Manuel de Céspedes en 1868 a nombre de una insurrección, la Guerra de los Diez Años, que nació claramente independentista y abolicionista y se mantuvo vigente por toda una larga década de heroica lucha.[22]

Donde la bandera de Narciso López era y es profundamente original, fue en su inspirado uso del triángulo. La cubana fue la primera enseña nacional en el mundo en ostentar un triángulo junto al asta. El triángulo, de origen masónico y, concretamente, elemento visual del mandil o delantal ritual de los masones, marca un hito en el diseño de banderas a nivel global.[23]

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El triángulo, de origen masónico, elemento visual del mandil o delantal ritual de los masones está presente tanto en la bandera de Cuba como en la Puerto Rico.

La cubana es, por lo tanto, una de un puñado de banderas prototipo. Ha sido ampliamente imitada y copiada desde el Caribe hasta el Pacífico y el Indico, pasando por Europa, Asia y Africa. No menos de 16 banderas nacionales del mundo se ajustan al diseño cubano.[24]

La Bandera de Puerto Rico

La bandera puertorriqueña del triángulo y la estrella se creó durante la última década del siglo XIX como insignia de los separatistas puertorriqueños residentes en la ciudad de Nueva York. La identidad del autor del diseño ha sido motivo de un acalorado debate, mencionándose entre sus posibles autores a los patriotas puertorriqueños Don José de la Matta Terreforte, Don Antonio Vélez Alvarado, Don Manuel Besosa y el poeta Guerrillero Gonzalo (Pachín) Marín. [25]

La bandera se popularizó y conoció primeramente como la insignia del organismo central de los grupos separatistas puertorriqueños en Nueva York, la Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano.

Esta se presentó y adoptó como insignia del organismo durante la primera asamblea general de la Sección Puerto Rico, celebrada en Chimney Mall, Nueva York, el día 22 de diciembre de 1895.

El diseño adoptado como bandera de la Sección Puerto Rico, fue presentado a la asamblea de miembros por Don José de la Matta Terraforte, uno de los sobrevivientes de la gesta de Lares que estaba a cargo de la Sección Puerto Rico.

Como hemos mencionado anteriormente, la bandera tiene el diseño y los colores idénticos que la de Cuba, pero alternados es decir: donde la bandera cubana tiene rojo, la puertorriqueña tiene azul y a la inversa.

La descripción es la siguiente cinco franjas horizontales, tres rojas y dos blancas alternadas y superpuesto sobre las franjas un triángulo equilátero azul, uno de cuyos lados forma el extremo de la bandera junto al asta . El color del triángulo es azul celeste. Sobre el triángulo va superpuesta una estrella blanca de cinco puntas, colocada de tal forma que una de sus puntas señala hacia arriba. La bandera simboliza la hermandad en la lucha revolucionaria entre el pueblo cubano y el puertorriqueño, debido al hecho de que, el grupo de separatistas puertorriqueños que adoptaron el diseño de la bandera como emblema de su grupo, la Sección Puerto Rico, estaba asociada a los separatistas cubanos que luchaban con idénticos ideales bajo el Partido Revolucionario Cubano.[26]

La bandera puertorriqueña fue bordada por María Manuela "Mima" Besosa según narra Roberto H. Todd o por Micaela Dalmau, según la versión de Antonio Vélez Alvarado.

En su ensayo titulado "Antonio Vélez Alvarado: amigo y colaborador consecuente de Martí y Betances", el historiador Ovidio Dávila Dávila nos dice lo siguiente y citamos :

" ....—el 11 de junio de 1892—, Antonio Vélez Alvarado se encontraba en su apartamento, localizado en el número 219 de la calle 23, a poca distancia de sus oficinas en el llamado “Consulado de Puerto Rico”. Conforme al testimonio del prócer manatieño, en la pared de su cuarto colgaba una bandera de Cuba, la cual se puso a contemplar, por unos instantes, buscando descansar la vista. Al cambiar súbitamente la mirada, Vélez Alvarado experimentó una ilusión óptica provocada —según él interpretó— como por un “raro daltonismo”, en la que percibió que el triángulo rojo de la bandera se había tornado azul, y rojas las franjas azules. Cautivado por la imagen percibida de un triángulo azul con la estrellablanca y unas franjas rojas —que consideró pudiera ser el diseño ideal para que fuera la bandera de Puerto Rico—, Vélez Alvarado sale inmediatamente hacia la botica de su amigo Domingo Peraza, donde adquiere papeles de seda en los tres colores. De regreso en su habitación, pacientemente corta los papeles blancos, rojos y azules, y con ellos confecciona el primer modelo de una bandera para Puerto Rico basada en la inversión de los colores de la de Cuba.

Pocos días más tarde, en la casa de hospedajes de su vecina, la puertorriqueña doña Micaela Dalmau viuda de Carreras, quien vivía en el número 221 de la calle 23, Vélez Alvarado ofrece una cena y velada para la cual José Martí es especialmente invitado. A la misma concurren, entre otros, Sotero Figueroa, “Pachín” Marín, José Sanavia [Sanabria], y el joven poeta boricua Manuel Soler y Martorel. Vélez Alvarado aprovecha la ocasión para enseñarle a Martí la propuesta bandera de Puerto Rico que fuera confeccionada en tela de seda por doña Micaela, siguiendo el modelo ideado por él. José Martí contempla la bandera, mientras Vélez Alvarado le explica cómo le surgió la idea. Es en esa ocasión que Martí le imparte su aprobación [como Delegado del Partido Revolucionario Cubano] a la nueva bandera. En consecuencia, desde ese día Cuba y Puerto Rico, hermanados en sus sacrificios y luchas comunes, tendrán sus respectivos pabellones basados en un mismo patrón. Es, entonces, cuando doña Micaela se sienta al piano para interpretar, a modo de celebración, el himno de los puertorriqueños, La Borinqueña, con la letra revolucionaria inspirada por el “dulce Bardo del Tanamá” —que era como le llamaba Vélez Alvarado a “Pachín” Marín—, la cual es entonada a coro por todos los presentes." [27]

Durante los años del 1898 al 1952 era un delito izar la bandera de Puerto Rico. Adoptada la bandera puertorriqueña fue utilizada por primera vez en la Intentona de Yauco el 24 de marzo de 1897. El Partido Nacionalista la acogió como su emblema en las elecciones de 1932. Blanca Canales proclamó la República de Puerto Rico en Jayuya en 1950 utilizando esta bandera y Lolita Lebrón la desplegó durante el ataque al Congreso en 1954. En los años 1916, 1922, 1927 y 1932 las cámaras legislativas trataron de oficializar la bandera sin éxito.

El 25 de julio de 1952, el gobernador Luis Muñoz Marín proclamó en acto público la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y por primera vez iza oficialmente la bandera de Puerto Rico junto a la de los Estados Unidos. Desde que se aprobó en 1952, el triángulo era confeccionado con un azul oscuro muy semejante al de la bandera de los Estados Unidos. Pero desde 1995, se han venido usando tonos de azul más claros. Este cambio, por no estar estipulado en ley alguna, sigue sin resolver las posibles dudas sobre los colores.

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Instante en que Don Luis Muñoz Marín iza la Bandera de Puerto Rico el 25 de julio de 1952.

En una entrevista para el periódico Primera Hora don José Luis Pérez Aquino, propietario de la fábrica puertorriqueña Tropical Flag, nos cuenta lo siguiente:

“Es increíble que a estas alturas yo tengo que fabricar tres banderas puertorriqueñas. En ningún país tienen dos o tres banderas. Los colores son serios, las banderas son claras y describen la historia”, manifestó el dueño de la fábrica puertorriqueña que confecciona las banderas oficiales gubernamentales, entre otras.

La que más venden es “el color que es”, la color azul turquí o royal, pero “tengo que fabricar tres banderas para satisfacer las necesidades y cumplir con las distintas ideologías”.[28]

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José Luis Pérez Aquino, fabricante y experto en banderas, viajó a Cuba en búsqueda de la historia de la monoestrellada, instruido por el historiador Ovidio Dávila.

José Luis Pérez Aquino, fabricante y experto en banderas, viajó a Cuba en búsqueda de la historia de la monoestrellada, instruido por el historiador Ovidio Dávila.

“Los independentistas me la piden azul celeste. Los que tienen planteamientos estadistas la piden azul oscuro para que se asimile más a la americana. Es la bandera azul royal, la que más se asimila a la cubana (la correcta) y es la que se usa en la gran mayoría de las agencias”, puntualizó Pérez Aquino en el reportaje del periódico Primera Hora.

“Con todo el respeto de las distintas ideologías políticas, no se trata de inventar, sino de buscar los hechos. Yo entiendo que los hechos históricos están en los archivos en Cuba... Yo como fabricante, fabrico la bandera del color que me pidan. Pero entiendo que se debe de corregir, crear conciencia en el pueblo de que la bandera tiene un solo formato en cuestión de colores, siguiendo los hechos históricos, no los hechos políticos”, concluyó Pérez Aquino.[29]
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(1) Bretos Miguel A., "La bandera del 20 de mayo", Revista Fenix. Edición No.30, Ano No.14. 1era. Quincena de Junio 2006, p.12
(2) "Narciso López", http://es.wikipedia.org
(3) Ibid.
(4) Ibid.
(5) Ibid.
(6) Ibid
(7) Toledo Cabrera, Cayetano,
"LA BANDERA CUBANA. Su Creador. Polémica y Justicia Histórica.", http://www.desdecuba.com
(8) Ibid.
(9) Ibid.
(10) Ibid.
(11) Ibid.
(12) Ibid.
(13) Ibid.
(14) Ponte Domínguez, Francisco J. 
"La masonería en la Independencia de Cuba", Editorial "Modas Magazine". La Habana, 1954. pág.44.
(15) Toledo Cabrera, Cayetano,
" LA BANDERA CUBANA. Su Creador. Polémica y Justicia Histórica.", http://www.desdecuba.com
(16) Ibid.
(17) Ibid.
(18) Ibid.
(19) Magda Resik Aguirre y Yoel Lugones Vázquez, 
"El destino de esta Bandera siempre fue Cuba", http://www.5septiembre.cu
(20) Ponte Domínguez, Francisco J. 
"La masonería en la Independencia de Cuba", Editorial "Modas Magazine". La Habana, 1954. pág.44.
(21) Morales, Gustavo, 
"Narciso López: Mercenario de la Libertad", http://elnuevocojo.com
(22) Bretos, Miguel A.,
 "La bandera del 20 de mayo", Revista Fenix. Edición No.30, Ano No.14. 1era. Quincena de Junio 2006, p.12
(23) Ibid
(24) Ibid
(25) Figueroa de Cifredo, Patria, "Pachín Marín: Héroe y poeta", (Instituto de cultura Puertorriqueña, San Juan, PR: 1967), p. 73
(26) Ibid.
(27) Dávila Dávila, Ovidio,
 "Antonio Vélez Alvarado: amigo y colaborador consecuente de Martí y Betances.", http://www.icp.gobierno.pr.
(28) Mariana Cobián,
"La bandera puertorriqueña tiene tres versiones",
http://www.primerahora.com, martes,14 de julio de 2009.
(29) Ibid.


 El autor es Vice Presidente de la Fundación Encuentro Histórico Hispanoamericano residente en Guayama, Puerto Rico.

Martí y la Cultura Americana

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Por Jesús Méndez Jiminián



“La verdad es como el sol. Lo hace ver todo y no se deja mirar”. ~Víctor Hugo (poeta, novelista y dramaturgo francés)


A la memoria de mis amigos y grandes martianos, el ex – presidente de Costa Rica doctor Rod
rigo Carazo, y el extraordinario cubano don Cintio Vitier.

La mayor parte de su vida la vivió Martí en Nueva York. A la urbe neoyorquina llegó el Apóstol en 1880. En gran medida, su obra literaria y su incansable actividad política la desarrolló, por tanto, desde Norteamérica.
Cintio Vitier, destacado investigador cubano de la obra de Martí, fallecido recientemente, ha puntualizado sobre los aportes de Martí a la cultura norteamericana en la obra “Diálogo sobre José Martí”, lo que copiamos:
“Nadie rindió mayores honores a las grandes figuras de la cultura norteamericana de su tiempo que José Martí. En el caso de Whitman, a quien probablemente sólo vio como asistente a una memorable lectura, fue su crónica de 1887 la que lo dio a conocer en las letras hispanoamericanas y españolas, según lo atestiguaron Juan Ramón Jiménez y Rubén Darío, cuyo famoso (trabajo, n. de j.m.j.) al “gran viejo” se escribió sin otra información que la de dicha crónica (…) el impulso de Whitman, cuyos súbitos quiebros, tonos vibrantes, hímnica fuga, olímpica familiaridad-al decir de Martí comentando su elegía por la muerte de Lincoln – parecía a veces como un cuchicheo de astros”.

El doctor Daisaku Ikeda en esta misma obra ha comentado que los “Versos libres de Martí mucho le deben a Hojas de Hierba, de Whitman”.

Al referirse a Whitman, en un ensayo escrito por Martí, Ikeda cita esta frase:

“La vida libre y decorosa del hombre en un continente
nuevo ha creado una filosofía sana y robusta que está
saliendo al mundo en épodos atléticos ".


En los trabajos críticos de Martí sobre las grandes figuras de la literatura norteamericana, Ikeda anota la apreciación del Apóstol sobre Walt Whitman, y señala:
“Fue él quien, por primera vez entre los autores del idioma español, dijo que Walt Whitman era un poeta excepcional. Lo captó, lo comprendió; se maravilló ante el poeta de las Briznas… y no se cansó de propagar entre sus lectores de la América española la grandeza del vate de la nueva democracia. Otro de sus favoritos, a quien encaminó cuando apenas se le conocía en español, fue Emerson”.

“De más está afirmar – dice el doctor Ikeda – que Ralph W. Emerson fue uno de los precursores de Whitman y, también, un cobro del renacimiento estadounidense”.

Emerson en su obra “El hombre y el mundo”, señaló, y así lo cita Ikeda, estas palabras:
“Vemos el mundo pieza a pieza; el sol, la luna, el animal, el árbol; pero el todo de que son partes salientes y radiantes estas cosas, el todo es el Alma”.

Y más adelante, señala:

“Sobre Emerson – dice Ikeda-, Martí escribió: ´en él fue intensamente digno el ser humano. (…) ni el porvenir le hizo temblar, ni le segó el pasado´, ´él ve que la naturaleza influye en el hombre, y que éste hace a la naturaleza alegre; o triste, o elocuente, o muda, o ausente, o presente, a su capricho´. Ve la idea humana señora de la materia universal. Ve que la hermosura física vigoriza y dispone el espíritu del hombre a la hermosura moral (…) siente que el universo que se niega a responder al hombre en fórmulas, le responde inspirándole sentimientos que calman sus ansias, y le permiten vivir fuerte, orgulloso y alegre´. En efecto (…) estas descripciones dan en la tecla precisa sobre lo que fue y postuló Emerson”.

Pero Martí, en Nueva York y toda la Unión Americana, era un asiduo visitante a museos, parques, clubes y encuentros con sabor a cultura latina o norteamericana. Precisamente, en uno de esos círculos de discusiones literarias, conocería a una escritora norteamericana llamada Helen Hunt Jackson.

Martí, tradujo una interesantísima novela escrita por Helen Hunt Jackson llamada Ramona, que en algunas obras nuestras sobre el Apóstol cubano, hemos comentando. Asimismo, sabemos que tradujo del inglés al español otras obras de la literatura norteamericana.

Sin embargo, en el marco de la política norteamericana son bien conocidos algunos trabajos o ensayos escritos por Martí. El personaje de la vida política norteamericana que más poderosamente llamó su atención fue Abraham Lincoln, a quien llamó “El leñador de los ojos piadosos”. Martí le dedicaría una elegía tras su trágica muerte. Los ideales democráticos de Lincoln, constituyeron una fuente de profunda inspiración para Martí, y de su proyecto político – revolucionario.

Pero también, Martí fue un gran expositor de la historia norteamericana. Comentó las grandes hazañas del general Ulises Grant, y de otras grandes figuras de la historia norteamericana. Y sobre la Constitución estadounidense también escribió sus puntos de vista.

Don Max Henríquez Ureña ha citado, en uno de sus ensayos sobre Martí, esta frase singular del Apóstol de la libertad de Cuba:
“Dos cosas hay que son gloriosas: el sol en el cielo y la libertad en la tierra”.

Y como estudioso de la Constitución de los Estados Unidos, en su notable crónica titulada “Las fiestas de la Constitución en Filadelfia”, escrito en 1887, Martí explica “cómo fue el advenimiento de la ley sustantiva de los Estados Unidos de América, y cómo el temor de los Estados más pequeños al predominio de los mayores pudo conjurarse mediante el fraccionamiento del Poder Legislativo en dos cámaras de formación diferente”: el Senado y la Cámara de Representantes.

En Norteamérica también, en 1891, fue Martí “Delegado del Uruguay en la Conferencia Monetaria Internacional Americana que se reunió en Washington (…). A él confió la Comisión encargada del estudio de la moción encaminada a crear una Unión Monetaria Internacional Americana, la redacción del informe que sobre dicha moción debía ser enviado a la asamblea plenaria”.

“En ese informe analizó Martí las razones que, por el momento al menos, se oponían a la creación de una moneda internacional, y señaló la conveniencia de que se reuniese en Europa una Conferencia Monetaria Universal, con asistencia de los países americanos.

De esta manera descartó Martí el plan de crear una unidad monetaria internacional entre las naciones de América. En todo caso, una moneda internacional sólo podría tener curso internacional por acuerdo de todas las potencias, una vez que éstas aceptaran la base del monometalismo o la del bimetalismo que esté llamado a servirle de garantía, y para ello era necesario convocar a las naciones de otros continentes”.

El autor es escritor, ingeniero, miembro de la Academia Dominicana de la
Historia y de la “Cátedra José Martí” en la UASD.

La Recreación Histórica y el Turismo Cultural en Puerto Rico

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Por Luis Armando Cordero

La pasión por la historia y el ansia por reconstruir el pasado son la sólida base sobre la que se sustenta una gran afición durante varias decadas en Europa y en Estados Unidos, Canadá, Sudamerica y el Caribe. La “Recreación Histórica” o “Historia Viva” es un encuentro directo con el pasado como lo demuestra la siguiente foto de una recreación histórica realizada frente al Morro de San Juan, Puerto Rico en el 1926.
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Su objetivo es profundizar en el conocimiento de la época y revivirla reconstruyendo rigurosamente todos sus aspectos: uniformes, armamento, condiciones de vida, campamentos, música, escenificación de combates, etc. Se trata de recrear sucesos del pasado, principalmente militares, pero también de la vida común.

Con ello se pretende acercar la historia de una manera visual y más atractiva a personas de todas las edades; dar una “clase de historia visual” en la que niños y mayores puedan ver, oír y palpar aquellos hechos que protagonizaron nuestros antepasados, a la vez que adquirimos una mayor comprensión de ellos.

Por supuesto, esta actividad está desprovista de toda identificación política o belicista. Se trata de recrear y divulgar con la máxima autenticidad los acontecimientos que forjaron nuestra Historia, pero estrechando lazos y confraternizando con las demás naciones en pos de la convivencia, la paz, la libertad y la solidaridad entre los pueblos.

EL TURISMO Y LAS RECREACIONES HISTORICAS

En los últimos 50 años el turismo no solo experimentó un gran crecimiento, sino una marcada tendencia a la diversificación. Hasta los 80´s el turismo internacional
se caracterizó por su concentración en zonas costeras y marítimas, durante el verano y con la motivación de recreación y descanso ligado al producto “sol, arena, golf y casinos”.

La tendencia es al cambio. Por un lado turistas más informados y exigentes, con mayor disponibilidad para viajar, y el consiguiente fraccionamiento de las vacaciones, con cierta flexibilidad laboral, y con un incremento en los
años de vida saludables, y una mayor renta disponible para viajes. Por otro lado, el mercado provee nuevos destinos, aumentando la diversificación de productos turísticos que están compitiendo por mayores porciones de mercado.

De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el gasto medio por turista a nivel mundial para 2008 fue de USD 1,024.00. Para América del Norte, USD 1,416.00 y para la región de El Caribe, USD 1,158.00.

La conducta del consumidor, como ya mencionamos, ha cambiado como respuesta al crecimiento económico general y a la mayor disponibilidad de tiempo para viajar.
El modelo de demanda turística está variando hacia vacaciones más cortas, más frecuentes y más intensivas. Aún más, es probable que la presión laboral haga de las
vacaciones una necesidad vital. Se deben reconocer algunas tendencias:

1. Sectores poblacionales con disponibilidad de dinero, pero no de tiempo, y otros con disponibilidad de tiempo pero no de dinero.

2. Creciente demanda de productos turísticos alternativos a los tradicionales tales como el ecoturismo, el turismo cultural y el turismo de recreaciones historicas.

Como hemos señalado, en lugares tales como los Estados Unidos, Canadá y Europa se benefician de las recreaciones históricas y el turismo cultural desde hace mucho tiempo. Una investigación por el Civil War Preservation Trust de Washington, DC afirmó que en 2003, siete recreaciones del batallas de varias guerras de relevancia histórica ocurridas en suelo norteamericano le generaron a los estados de Virginia, Pennsylvania y Tennesee un total $157 millones a la economía y más $ 22 millones en impuestos a los gobiernos locales. Un estudio titulado “Economics of Histórical Preservation in Texas” realizado por la Universidad the Texas y Rutgers University encontró que los turistas en esos estado gastan $1.43 billones anualmente.

LAS RECREACIONES HISTÓRICAS EN PUERTO RICO

En Puerto Rico los esfuerzos e iniciativas dirigidos a definir correctamente la reconstrucción histórica como una afición que combina el entretenimiento con los contenidos didácticos están dando sus frutos. En conexión con los objetivos trazados por dependencias tales como la Compañía de Turismo de Puerto Rico seria bueno que esta dependencia del gobierno y otras instituciones públicas con responsabilidades en la materia dediquen mas recursos y nuevos enfoques para fomentar, canalizar y facilitar estos esfuerzos que a mediano y largo plazo pueden contribuir crear un turismo mas diversificado y autosustentable.

El Regimiento Fixo de Puerto Rico


Un grupo que ha tenido mucho exito y renombre es El Regimiento Fixo de Puerto Rico que recrea, entre otros eventos historicos, el Asedio Ingles de San Juan, Puerto Rico, en 1797.



El Regimiento Fixo de Puerto Rico también ha participando en la recreación histórica de 'La Batalla del Hook ', la mayor de batalla de caballería de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.'

Batallones de "Cazadores Patria " y "Alfonso XIII"

Otro grupo de recreadores que merecen mención especial porque han hecho historia en Puerto Rico son los Batallones de "Cazadores Patria " y " Alfonso XIII " que en en los primeros dos días del mes de junio de 2010 y por primera vez en toda la historia de nuestra isla trajeron la primera Recreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana realizada en los pueblos de Arroyo y Guayama, Puerto Rico. En esta recreación también participó un contingente de recreadores que viajaron desde New York y and Pennsylvania.

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Recreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en Arroyo, Puerto Rico.

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PhotobucketRecreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en Arroyo, Puerto Rico.

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Recreación Histórica de la Guerra Hispanoamericana en la Casa Museo Cautiño de Guayama, Puerto Rico

BENEFICIOS DE LAS RECREACIONES HISTÓRICAS Y EL TURISMO CULTURAL

Con atención a estas reflexiones iniciales podemos resumir que las prácticas recreativo-turísticas en el marco de una política que armonice los distintos ámbitos de su economía, arroja los siguientes beneficios en relación a los aspectos económicos, ambientales y socio-culturales:

Impacto Económico

- ingreso de divisas, en su modalidad de turismo internacional.

- generación de empleos directos e indirectos.

- fortalecimiento de las economías regionales.

- reconversión productiva, esto es la incorporación de servicios al turista en actividades productivas ya existentes que adquieren la forma de turismo rural, agro- turismo, etc.

- posicionamiento como núcleo de oportunidades para recibir financiamiento nacional e internacional.

- diversificación de mercados para los productos locales como artesanías y alimentos entre otros.

Impacto Ambiental

- Crea conciencia para la protección del medio ambiente tanto por la acción ejercida sobre los turistas como por las medidas impuestas a las empresas en términos de prácticas medioambientales.

- Impulsa mecanismos legales para la protección de espacios naturales, definiendo áreas protegidas; reservas ecológicas; monumentos naturales, etc.

- establece mediante la legislación normas para proteger la flora y la fauna, posibilitando controles y sanciones para la caza furtiva o introducción de especies exóticas.

- transfiere prácticas ambientales positivas a otros sectores de la economía.

- promueve investigaciones sobre los ecosistemas locales.

- promueve el desarrollo de planes de manejo.

Impacto Socio-Cultural

- Revaloriza las costumbres de la comunidad local.

- revaloriza fiestas populares y tradiciones locales o regionales.

- favorece el reconocimiento de los pueblos originarios en sus demandas territoriales u otras.

- Impulsa la producción de artesanías y difusión de técnicas primitivas de realización.

- promueve el interés por la recuperación y conservación de monumentos y sitios históricos.

- promueve el interés por la creación y mantenimiento de museos antropológicos, históricos y de la vida cotidiana; muestras de arte, exposiciones fotográficas, etc.

- promueve investigaciones vinculadas al patrimonio cultural local: historias de vida; procesos de poblamiento; primeros pobladores, etc.

CONCLUSIONES


Atender desde las políticas públicas a la socialización de la población en prácticas recreativas que abarquen las dimensiones del patrimonio natural, social y cultural propio preparan a la comunidad en un doble sentido: ya sea para recibir al turista y promover un aprovechamiento equitativo de los beneficios que de la actividad provengan como para ser turista. En este sentido será necesario promover la gestión de programas de mini-turismo en alguna de sus modalidades y diversidad de posibilidades: Recreación Histórica; campamentismo; turismo ecológico; turismo rural; excursiones culturales; etc. que posibiliten vivenciar el turismo a diversos sectores de la población relegados de recibir los beneficios de esta práctica.

Las demandas de turismo a partir de sujetos socializados en una recreación cotidiana para el desarrollo humano promoverán un turismo para el desarrollo humano, contribuyendo a minimizar los impactos negativos de la actividad.

Teniendo en cuenta las fortalezas y las debilidades del sector turístico puertorriqueño y las tendencias internacionales, se pueden desarrollar líneas estratégicas que deberán abordar el sistema turístico para aproximarse a la visión compartida del Puerto Rico turístico con horizonte hacia la década del 2010.

El autor es Vice Presidente de la Fundación Encuentro Histórico Hispanoamericano residente en Guayama, Puerto Rico.

martes, 16 de julio de 2013

AUTORIDADES MANTIENEN EN ABANDONO LAS RUINAS DE LA VEGA VIEJA

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Por Jesús Méndez Jiminián

La Vega.- Un periodista vegano denunció el estado de abandono en que se encuentra actualmente uno de los patrimonios históricos de mayor importancia del país heredados desde los inicios de la colonia: las Ruinas de La Vega Vieja.



El periodista Ubaldo Solís lamentó profundamente la indolencia de las actuales autoridades municipales de La Vega y del Ministerio de Cultura, que pese a las reiteradas denuncias sobre el estado deplorable en que se encuentran hoy las ruinas de La Vega Vieja no hacen caso alguno para rescatar este monumento de gran valor histórico.

Señaló Solís, que pese a La Vega contar en estos momentos con un vice ministro de Cultura, éste nada hace al respecto, “salvo el preocuparse por cobrar su cheque mensual”. Este funcionario es “prácticamente invisible, lo mismo que los demás, dizque representantes de la cultura vegana”.  
 
Solís exigió al Presidente de la República,licenciado Danilo Medina Sánchez designar de manera urgente una Comisión para que vele y rescate este enclave turístico e histórico de La Vega y del país, que fue una de las primeras ciudades levantadas por los españoles en el Nuevo Mundo.


Ubaldo Solís produjo declaraciones en el programa televisivo “CULTURA Y SOCIEDAD”, que produce el ingeniero e historiador Jesús Méndez Jiminián de 7 a 8 de la noche cada sábado por VEGATEVE y que se transmite a través de Aster, Claro y Wind Telecom. 

lunes, 15 de julio de 2013

HEMINGWAY Y BOSCH: UNA AMISTAD LITERARIA Y REVOLUCIONARIA

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Por Jesús Méndez Jiminián 


“El sol se estaba poniendo. Para darse más confianza el viejo recordó aquella vez, cuando, en la taberna de Casablanca, había pulseado con el gran negro de Cienfuegos que era el hombre más fuerte de los muelles. Habían estado un día y una noche con sus codos sobre una raya de tiza en la mesa y los antebrazos verticales, y las manos agarradas. Cada uno trataba de bajar la mano del otro hasta la mesa. Se hicieron muchas apuestas y la gente entraba y salía del local bajo las luces de kerosenes, y él miraba al brazo y la mano del negro y a la cara del negro. Cambiaban de árbitro cada cuatro horas, después de las primeras ocho, para que los árbitros pudieran dormir”.

 Ernest Hemingway en “El Viejo y el Mar” 


¿Qué tuvieron en común Ernest Hemingway y Juan Bosch?

Hasta ahora, que sepamos, Hemingway y Bosch no se conocieron en los trabajos organizativos de la expedición armada de Cayo Confites (1947), en la que ambos participaron y cuyo propósito era llegar a tierras dominicanas desde Cuba, y derrocar a la tiranía de Rafael L. Trujillo, que en ese entonces tenía más de tres lustros.

Lo que sabemos es, que Bosch a inicios de los años 80 del siglo pasado, declaró que mantuvo una amistad fugaz con el destacado novelista norteamericana “debido  a sus paralelas ocupaciones”. Pues, como conocemos, Bosch durante su exilio en La Habana, Cuba, donde había llegado en 1939, se dedicó a tiempo completo a dos de sus grandes pasiones: la política y la literatura.


Y sobre la primera, había llegado prácticamente de manera fortuita, pues, apenas había pisado suelo cubano fue absorbido por algunos de sus compañeros de exilio en tales actividades. Ya en el campo literario tenía algunas publicaciones; y en 1938, estando en Puerto Rico había trabajado  en las obras del eximio patriota Eugenio María de Hostos y Bonilla. 

Juan Bosch 
Hemingway, por su lado, residente desde hacía pocos años entonces, en La Habana, pero no exiliado políticamente, sino por sus  constantes conflictos amorosos, estaba dedicado también a la literatura, a la vida bohemia habanera, y a los prolongados y frecuentes viajes que  realizaba como parte de sus experiencias para sus obras literarias.

Tanto Hemingway como Bosch se dedicaron al género del cuento y de la novela. Tenían ambos similares inquietudes políticas; y además, una verdadera pasión revolucionaria por cambiar el rumbo de muchas cosas del mundo en que les tocó vivir.

Hemingway y Bosch escribieron, por su lado, dos cuentos que según algunos críticos literarios guardan mucha coincidencia. El doctor Joaquín Balaguer, escritor y político dominicano, fue lejos en su apreciación respecto a los cuentos “El viejo y el mar” del laureado escritor norteamericano, y a “Rumbo al puerto de origen” de Bosch, argumentando la notable coincidencia de ambos trabajos.

El Doctor Balaguer con relación a ambos  cuentos, llegó a opinar, en una entrevista que le hicieron, lo siguiente:

Los cuentos de Bosch son cuentos de primera categoría, de primera clase. Inclusive hay algunos  de él que han sido hasta plagiados por escritores eminentes. Hay uno que fue copiado – dijo el doctor Balaguer – por el escritor norteamericano Hemingway. Una vez  - prosiguió señalando – hablaba yo con el ex - presidente de Costa Rica, Figueres, y hacíamos precisamente, alusión a la coincidencia que había entre el trabajo de Hemingway y el de Juan Bosch”.


Posteriormente, Bosch con la gran honestidad que le caracterizó durante toda su vida, negó, lo dicho por el doctor Balaguer, de que se trataba de un plagio aquello y que sólo había tal coincidencia. Y señaló, lo que a continuación copiamos:

“Me parece que la palabra justa la dijo el Dr. Balaguer - indicó Bosch -: coincidencia. Es verdad que ´El viejo y el mar´ de Ernest Hemingway tiene algo en común con mi cuento ´Rumbo al puerto de origen´ en el tema, no en el estilo; pero eso se explica porque los dos éramos pescadores, o tal vez sería mejor decir que él era un pescador de concursos internacionales donde quiera que corría el pez espada, más conocido por su nombre inglés de bluemarlin, y yo era un pescador aficionado anónimo, pero los dos pescábamos en las mismas aguas, él cerca de La Habana hacia el Este y yo también cerca pero hacia el Oeste, y en ciertas ocasiones entre Batabanó e Isla de Pinos, esto es – dice Bosch -, por la costa sur de la provincia de La Habana. Tal vez eso explique que él conociera a un pescador cubano viejo, que fue el personaje de su libro, y yo conociera a Juan de la Paz, que es el personaje de ´Rumbo al puerto de origen´; y no es nada raro que dos cubanos se parezcan en su manera de enfrentar la vida. Tampoco es nada raro que un episodio ocurrido aquí y ahora se parezca a otro ocurrido en un país lejano hace tiempo. Por ejemplo – continúa señalando Bosch -, mi cuento ´Fragata´ se parece mucho a ´Bola de Sebo´ de Guy de Maupassant, porque ´Fragata´, una  joven de La Vega que vivía frente a casa cuando yo era un niño, a quien llamaban por mal nombre no de Fragata sino de Mariguana, se parecía a la protagonista del cuento de Maupassant no sólo en que era muy gorda – en realidad, obesa – y prostituta, sino también en que tenía sentimientos muy finos. Por eso cuando se publicó ´Fragata´ en Cuba yo le puse una llamada al pie en la que decía que ese cuento era un homenaje que la vida le había hecho a Guy de Maupassant en una isla del Trópico. Por lo demás, Hemingway trabajaba sus cuentos y sus novelas muy cuidadosamente y por esa razón tardaba años en escribir  un libro, y entre la publicación de ´Rumbo al puerto de origen´ y la de ´El viejo y el mar´ no pasó tanto tiempo, lo que es un indicio para pensar que cuando salió mi cuento ya que el suyo estaba concebido y tal vez  escrito en gran parte”.

Al hacer referencia a sus relaciones amistosas con Hemingway, Bosch expresó, lo que a continuación copiamos:

Sí las mantuvimos (las relaciones de amistad, n. de j.m.j.) pero no prolongadas por dos razones; una que Hemingway viajaba mucho, sobre todo en expediciones de pezca  y de caza que lo llevaban lejos de Cuba, algunas veces hasta el África;  la otra, que era adicto al daiquirí, un trago cubano que tiene entre sus componentes el ron Bacardí, y yo no lo acompañaba en ese vicio. La mayor parte de las veces nos veíamos en un restaurant muy conocido (en la Habana, n. de j.m.j.) llamado el Floridita que estaba cerca del lugar donde yo vivía y por esa razón tenía que pasar por su acera, y si Hemingway estaba bebiendo, lo que hacía siempre de pie ante el mostrador, me llamaba y charlábamos, casi nunca de literatura sino sobre todo de amigos comunes. Cuando escribió – dice Bosch - ´El viejo y el mar´ hacía tiempo que no nos veíamos porque yo me había mudado y por tanto no tenía que pasar todos los días a medio día por las puertas del Floridita”.


El Floridita continúa dando sus servicios en La Habana; la última vez que tuve la oportunidad de estar en La Habana Vieja (2008) estuve allí. Vi al Hemingway esculpido como si estuviese “vivo” dando órdenes a los mozos, para que le trajesen otro daiquirí. ¡Ah, y algo que no podemos dejar de señalar! y es que, Hemingway cuando leía la prensa cubana o algún libro de la época, se enfurecía si alguien lo molestaba o trataba de distraerlo, y hasta los puñetazos se iba con el que interrumpía su lectura “concentrada”.

Muchas veces tuvieron los mozos el “trabajo” de intervenir para separar al gigantón Ernest Hemingway, que usualmente iba vestido de pantalón corto y poloshirt y sandalias, de algún inquilino, que en el Floridita osaba de distraer su atención. Las peleas de él con algunos parroquianos fueron muchas. ¡Y hasta botellazos! hubo, me contaron algunos mozos que todavía recuerdan al viejo Ernest.

Heminway  y Spencer Tracy en la Barra del Floridita, en 1955

Hemingway, además del Floridita, era aficionado a otros lugares muy famosos hoy día, en La Habana, por los tragos y la excelente comida que en ellos sirven, todos los cuales, tuve la dicha de visitar durante mi última estadía en La Habana. Andaba yo, pues, siguiéndole los pasos a Hemingway en sus continuas andanzas y borracheras habaneras.

Esos lugares son: La bodeguita del medio,  muy famoso también por los tragos, y donde hoy día pueden verse fotos gigantescas de Hemingway  y otras grandes figuras del arte y la literatura cubana y universal. Pero, también hay un excelente lugar en La Habana Vieja famoso por su deliciosa comida española: El Zaragozana, hoy completamente remodelado.

Hemingway, me cuentan, visitaba aquel lugar cuando tenía en Finca Vigía, su mansión en las afueras de La Habana, en San Francisco de Paula, a invitados especiales. Grandes figuras como Spencer Tracy, Humprhey Bogart, Adriana Ivancich y su familia, Fred Zinneman, entre otros, desfilaron con Hemingway por aquel lugar.

Heminway y un grupo de amigos en su Finca Vigia de Cuba

Pero, volvamos nuevamente a la relación de amistad de Hemingway y Bosch. Con relación a la figura de Hemingway, y su valoración como escritor, Bosch señaló su parecer indicando  lo siguiente:

Ernest Hemingway fue un escritor extraordinario y un cuentista de primera línea. Cuidaba y manejaba la palabra – apunta Bosch – como un orfebre trata el material con que está haciendo una joya. Naturalmente, escribía para el lector norteamericano, pero vivía en Cuba, en un lugar llamado San Francisco de Paula, que estaba en las afueras  de La Habana, y quería a Cuba  con verdadero amor. Su obra – dijo Bosch -  es literariamente maravillosa y muy estimulante desde el punto de vista humano (…)”.

Juan Bosch durante su exilio en España  
Poco después de lo de Cayo Confites (1947) sucedieron estos encuentros fugaces entre Hemingway y Bosch. Cuando entraba de lleno  la década de los años 50 del siglo pasado, la vida de Ernest Hemingway entraba en declive, producto de lo maltratado que estaba su organismo, debido a los aparatosos accidentes que sufrió y al abuso del alcohol. Bosch, por su lado, más apegado a la política surgía como una nueva estrella política en América.

Hemingway  ganó el Premio Nobel de Literatura  en 1954 por su obra “El viejo  y el mar”. Bosch ganaría la Presidencia de la República Dominicana un año después de que Hemingway se suicidara (1961) y, Trujillo desaparecía del escenario de los tiranos en América, a los cuales tanto él como Hemingway habían combatido toda su vida.



La Habana, Cuba
Julio de 2008.