domingo, 27 de abril de 2014

LA VEGA CONMEMORA EN GRANDE EL 49 ANIVERSARIO DE LA GUERRA DE ABRIL

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Por Jesús Méndez Jiminián

La esposa del Coronel Caamaño,Vicenta Velez
LA VEGA.- Con un emotivo acto organizado por distintas organizaciones educativas, culturales y de servicio, La Vega conmemoró este viernes 25, el 49 Aniversario de la gesta patróitica de Abril de 1965. Dicho acto contó con la presencia de familiares del líder de esta revuelta Coronel Caamaño, encabezados por su esposa, la señora Vicenta Vélez, su primo, el Comandante Claudio Caamaño Grullón y otros. Así como también de cientos de estudiantes y profesores de distintos centros educativos, públicos y privados, partidos políticos, gremios magistrales, profesionales, sindicales, empresariales y otros sectos de provincias vecinas a La Vega.

La palabras de apertura del magno encuentro celebrado en el salón de actos del Colegio Agustiniano de esta ciudad, fueron pronunciadas por su directora académica, profesora Gladys Quezada, a la que siguieron, como expositores el combatiente de Abril y de Caracoles, Claudio Caamaño Grullón, el licenciado Tony Raful, Premio Nacional de Literatura 2013, la señora Vélez, y finalmente el señor Esteban Díaz Jáquez, presidente del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PDT).

La esposa del coronel Caamaño, señora Vicenta Vélez, agradeció profundamente el tributo a su finado esposo y a los demás héroes realizado por La Vega, en el que participaron tambien algunos combatientes veganos de la guerra. Y recordó, que es a la juventud de hoy a la que toca continuar el ejemplo del Coronel Caamaño en aras de construir una Patria mejor, más justa, más humana y más progresista, donde los principios y valores por los que luchó Caamaño durante toda su vida sigan siendo estandarte de lucha y de sacrificio del pueblo dominicano. Sus palabras arrancaron prolongados aplausos.

Por su parte, el licenciado Tony Raful, hizo un brillante recuento de diferentes episodios de la Guerra de Abril, senalando las causas que obligaron finalmente al Coronel Caamaño a entregar el poder al gobiermo provisional que encabezó Hector Garcia Godoy. En similares términos se refirieron también, tanto Caamaño Grullón como el dirigente político Esteban Díaz Jaquez.


La parte final del acto estuvo engalanada por una excelente obra escénica, presentada por el director de teatro, el vegano Tony Fernández, titulada “Las Mujeres de Febrero con Duarte”, drama escrito por la señora Dignora Coronado y representado por el grupo de teatro de la UASD y la Dirección Regional de Educación de La Vega. 

Representación de la obra "Las mujeres de Febrero con Duarte"

jueves, 24 de abril de 2014

LA GUERRA DE ABRIL DE 1965

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Por Jesús Méndez Jiminián

Considerada por muchos como el conflicto armado más importante de la historia dominicana del siglo XX. Se le conoce también con el nombre de la Revolución del 65, o como la Revolución de Abril. La causa fundamental de este hecho radica en que un sector militar de las Fuerzas Armadas se lanzó a reponer en el poder al Presidente constitucional, Profesor Juan Bosch, derrocado por un sector oligárquico, la CIA y altos funcionarios del Gobierno de Kennedy,  el 25 de septiembre de 1963, y así restaurar la Constitución de 1963.

La Vanguardia de este trascendental episodio estuvo encabezada por los coroneles Rafael Tomás  Fernández Domínguez, Francis Caamaño y Miguel Ángel Hernando Ramírez, entre otros. Los militares constitucionalistas y combatientes civiles tomaron las calles el 24 de Abril de 1965, y una vez en el Palacio Nacional instalaron con el apoyo de Bosch, en el exilio, a José Rafael Molina Ureña como Presidente provisional. La Revolución tuvo el giro de guerra civil cuando sectores recalcitrantes del ala militar, dirigidos por el general Wessin y Wessin “devolvieron el golpe contra los constitucionalistas el 25 de abril”. El 28 de abril, los Estados Unidos decidieron intervenir el país con 42 mil marines dado el control de los constitucionalistas de la situación, y debido a que los yanquis tenían la firme creencia de que los comunistas lideraban el proceso, y ellos no querían permitir “otra Cuba”. Se calculan en más de 3 mil los muertos. Los constitucionalistas con el coronel Francis Caamaño en la Presidencia de la República desde el 4 de mayo se mantuvieron firmes, pese a las presiones de los EE UU, la OEA, y las fuerzas interventoras, hasta que el 3 de septiembre de 1965 tras varios meses de negaciones firmaron el Acta Institucional, que puso fin a la guerra y pasó a formarse un gobierno provisional dirigido por Héctor García Godoy, para convocar a elecciones en 1966.


¡Gloria eterna a los caídos en defensa de la Patria y la soberanía!

miércoles, 23 de abril de 2014

LA GUERRA SUBMARINA EN EL CARIBE Y LA PARTICIPACIÓN DE LA REPÚBLICA DOMINICANA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

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         Por  Luis  Armando  Cordero

 

La Guerra Submarina en el Caribe 

Aunque América del Sur, Centroamérica y las islas del Caribe no participaron de manera beligerante en la II Guerra Mundial a excepción de países como México,Puerto Rico y Brasil quienes aportaron tropas al conflicto de manera oficial, la conflagración se convirtió en un factor de política interna de todos los países de la región.

Las potencias europeas, desgarradas por el conflicto, abandonaban sus viejas posesiones coloniales de ultramar y la nueva potencia mundial, Estados Unidos, pugnaba por abrirse paso entre los escombros.

Fue así como, presionadas por EE.UU., que entró en la contienda en 1941 luego del ataque japonés a Pearl Harbor, las naciones del continente fueron pasando de la neutralidad a la declaración de guerra al Eje -Alemania, Italia y Japón- y se enrutaron tras los aliados participando en mayor o menor medida en el esfuerzo bélico.

El almirante alemán Karl Doenitz propuso a Adolf Hitler que destinase una parte de sus submarinos a incursionar en el otro lado del Atlántico. El Almirante lo convenció con una tesis arriesgada, pero de brillantez militar: muchos de los suministros que recibía Inglaterra por el Atlántico Norte tenían su origen en Suramérica y en los mismos Estados Unidos; además, el Caribe estaba desprotegido tanto en sus defensas aéreas como antisubmarinas; por tanto, el punto débil debía aprovecharse.

Es entonces cuando el almirante Karl Döenitz lanza La 'Operación Neuland' (Nuevo Territorio) ejecutada por sus manadas de lobos(submarinos), para interceptar los buques mercantes en el caribe. Hacia finales de 1942, un 36% de todas las pérdidas de barcos mercantes en el mundo ocurrieron en ese teatro de guerra, donde los alemanes tomaron por sorpresa a la Marina de guerra americana (US Navy) que no estaba preparada para enfrentar la amenaza de los submarinos alemanes (U-boats). Aunque en 1941 Estados Unidos había creado un cuartel general para la defensa del Caribe y estaba ocupado extendiendo bases aéreas en la Florida, Puerto Rico, Panamá y en las colonias británicas de Sta. Lucía, Antigua, Trinidad y Jamaica, al inicio de la guerra había menos de 250 aviones disponibles para la defensa de la región, en su mayoría aviones de combate de corto alcance y obsoletos.[1]

En la noche del 15 al 16 de febrero de 1942 tres submarinos atacaron en el lapso de tres horas en el Golfo de Venezuela, en Aruba y Curazao, hundiendo barcos y haciendo fuego sobre refinerías.[2] En la tarde del 18 de febrero otro submarino atacó enfrente de la base de la marina estadounidense de Chaguaramas en Trinidad y en los días siguientes otros dos submarinos hundieron barcos al este de Trinidad y en la región Bahamas/ Cuba, complementado por acciones de submarinos italianos al norte y oriente del arco isleño del Caribe. La primera ola provocó la interrupción inmediata de los transportes marítimos, inclusive los viajes pendulares de buques petroleros pandos especiales entre el Lago de Maracaibo y las refinerías en Aruba y Curazao. La operación duró 28 días y produjo además del bombardeo de refinerías el hundimiento de 18 buques petroleros y otros 23 barcos comerciales, además de averiar otros 7 buques petroleros y 4 barcos. [3] Ver Figura 1.

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Fig.1: Ataques de submarinos en el Caribe: Febrero a Marzo de 1942.

Pocas semanas después de haber comenzado la «Operación Neuland» se iniciaron una serie de oleadas de ataques que duraron hasta el final del año, marcando la primera y más intensiva fase de la guerra submarina en el Caribe.[4]

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Fig.2: Ataques de submarinos en el Caribe: Junio a Agosto de 1942.

En búsqueda de buques solitarios, los submarinos alemanes se movieron al sur en las afueras de Trinidad, Río de Janeiro y Ciudad del Cabo, abasteciéndose con submarinos cisterna de 1.700 toneladas, llamados "vacas lecheras". Así, los comandantes de los submarinos podían duplicar la longitud de sus patrullas frente a las costas de Panamá y las Guayanas. En el Atlántico Occidental los submarinos echaron a pique 26 barcos mercantes en el mes de mayo y causaron un promedio de 20 hundimientos en los siguientes cuatro meses, no obstante que el sistema de convoyes se había extendido hasta Puerto España desde julio.

La protección aérea durante veinticuatro horas al día, no podía descubrir a los submarinos debido a que éstos evadían el radar poniéndose a la misma velocidad y rumbo que los convoyes durante sus ataques. Las escoltas aliadas lograron destruir tres submarinos en esas aguas en el otoño de 1942; sin embargo, los U-Boots continuaron asediando las aguas cercanas a Trinidad con mucho éxito, ya que algunos barcos aislados seguían navegando en esa zona.

Hasta finales de 1942, el 36% de todos los hundimientos de buques comerciales del mundo se efectuaron en el espacio caribeño, tomando en cuenta que, según el punto de vista alemán, el Golfo de México se consideró como parte del área de operación caribeña. Luego se produjo un complicado entretejimiento de estrategias de ataque (uso de submarinos en oleadas, aunque aquí sin técnica de manada) y medidas de defensa (rutas de convoyes y su desplazamiento, acoplamiento de reconocimiento, misiones de marina y de la fuerza aérea). Al mismo tiempo se desató una espiral de innovaciones técnicas por parte del lado alemán.

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Fig.3: Ataques de submarinos en el Caribe: Agosto de 1942.

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Fig.4: Ataques de submarinos en el Caribe: Septiembre a Noviembre de 1942.

En la primavera de 1943 cambió la situación. Con el uso de nuevas técnicas de detección (a partir de junio de 1943) los aliados pudieron debilitar en forma decisiva las operaciones de los submarinos en el espacio caribeño. De los 33 submarinos con misión caribeña entre mayo y julio de 1943, fueron hundidos 5 al salir de Vizcaya, 6 en el Atlántico y 4 en el Caribe, 13 regresaron con averías muy grandes «sin éxito» y solamente 5 (con éxito) (en total 10 barcos hundidos y 4 averiados). Submarinos solitarios seguían penetrando al Caribe y el último abandonó el área en agosto de 1944. La tercera fase de la guerra marítima en la costa americana se desarrolló frente a Brasil, con prolongación hacia la «ruta de la bauxita» frente a las costas de las Guayanas.

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Fig.5: Ataques de submarinos en el Caribe: Diciembre de 1942 a Julio de 1943.

Los submarinos alemanes eran formidables, y sus politizadas tripulaciones constituían la elite guerrera nazi, tanto que las últimas plazas en rendirse en Europa fueron las bases de Lorient, Brest y St. Nazaire, en Francia. De ellas salió la mayoría de los U-Boots que incursionaron en el Caribe.

La Participación de República Dominicana en el Conflicto

 

La historia de la participación de la República Dominicana en la Segunda Guerra Mundial tiene mucho que ver con la personalidad y la política de quien gobernaba el pais para ese tiempo, Rafael Leónidas Trujillo Molina  quien fue presidente y general.[5] Trujillo habia recibido entrenamiento militar durante la ocupación de EE.UU. de 1916 a 1924 y cultivo amistades y alianzas con EE.UU y sus militares. De hecho participó como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte logrando emprender una vertiginosa carrera como oficial, llegando al grado de Mayor. Cuando las tropas de EE.UU. abandonaron el país en 1924, dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo se integra en la Brigada Nacional tras haber esta sido creada para reemplazar la guardia nacional, asciende al grado de General. Fue recogida una frase que pronunció antes de ingresar en las filas del ejército: "Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe". Trujillo asumió al poder como Presidente de la República el 16 de Agosto de 1930, en medio de los efectos de la crisis mundial de 1929.

Con el imperativo en mente de proveer para la defensa de los barcos mercantes en ruta hacia el Canal de Panamá, los representantes militares de Estados Unidos formaron una alianza con Trujillo y enviaron una cantidad sin precedentes de ayuda militar a la República Dominicana.

Hay que recalcar que aunque durante la década del 1930 la política exterior dominicana se había mantenido receptiva en cuanto a mantener acuerdos de cooperación tanto con las Aliados como con la potencias del Eje, gradualmente el gobierno de Trujillo terminó por abandonar el coqueteo con el Eje, optando en su lugar por iniciar acuerdos de cooperación con la Administración de Franlkin D. Roosevelt quien se encontraba muy ocupado haciendo preparativos para la eventual entrada de Estados Unidos la Segunda Guerra Mundial.[6] Las ventajas de esta decisión por parte de la República Dominicana significaron ayudas en forma de prestamos y equipo militar de los Estados Unidos hacia esta nación caribeña.

La alianza militar entre los Estados Unidos y la República Dominicana quedo sellada luego del ataque de Alemania contra Francia mediante una nueva táctica llamada "blitzkrieg" (guerra relámpago). [7]Mediante esta nueva táctica Alemania derrotó a Francia en mayo de 1940 en cosa de semanas. Las conversaciones entre el personal militar de Estados Unidos y la República Dominicana comenzaron en junio de 1940. El Departamento de Estado de los Estados Unidos estableció una nueva Embajada en Ciudad Trujillo y la Marina de Guerra americana y las Fuerzas Armadas de ese país también establecieron oficinas adjuntas dentro de la Embajada Americana.

La oportunidad real de ayuda militar recibida por el régimen de Trujillo llego luego de aprobada por el Congreso americano la 'Ley de Préstamos y Arriendos' en marzo de 1941 que le permitió al Presidente Roosevelt enviar equipo militar a todos aquellas naciones que el decidiera que eran vitales para la seguridad nacional de los Estados Unidos. República Dominicana fue el primer país latinoamericano en recibir esta ayuda en el mes de mayo de 1941.[8] Mucha de esta ayuda le permitió a la República Dominicana el poder reforzar su Fuerza Aérea y la Marina de Guerra de forma tal que le facilitara combatir los submarinos alemanes.

Un dato curioso que es bueno mencionar es que dentro de unas cuarenta y ocho horas del ataque a Pearl Harbor en diciembre 13 de 1941, la República Dominicana fue el primer país latinoamericano en declararle la guerra a Japón. Declaraciones de guerra contra Alemania e Italia le siguieron cuatro días después.

La Guerra Submarina en aguas Dominicanas

La primera acción hostil de la guerra que tendrá lugar en aguas dominicanas se produjo la noche del 5 de mayo de 1940, seis meses después se declaró la guerra en Europa.[9] Uno de varios Cargueros alemanes que habían estado varados en Curazao trató de eludir a las patrullas navales británicas y francesas avanzando hacia las aguas neutrales de la República Dominicana a través de la Pasaje de Mona en su travesía hacia Alemania. El Hannover, con un cargamento de minerales y madera, se encontró con el crucero de guerra británico Dunedin y el barco de guerra francés Jean d'Arc dentro las aguas territoriales dominicanas. El capitán del Hannover recibió la orden de detener el barco para ser abordado por los británicos, pero el capitán alemán le ordenó a la tripulación del Hannover hundir y quemar la nave antes de tirarse al agua en botes salvavidas, pero un equipo británico logro extinguir los incendios iniciados por la tripulación alemana y lograron salvar el barco. Dos de los tres botes salvavidas alemanes fueron capturados, pero el tercer bote salvavidas llegó a Punta Cana, con treinta y siete marineros a bordo. Los marinos mercantes alemanes fueron recibidos con simpatía por los campesinos locales del área, que habían permanecido despiertos toda la noche observando la acción entre el carguero y la costa dos barcos de guerra británicos y franceses.

Los submarinos alemanes entraron por primera vez al Mar Caribe a mediados de febrero de 1942. Los primeros supervivientes de los buques torpedeados por estos submarinos lo fueron treinta y un tripulantes del carguero McGregor quienes tocaron tierra en la costa de Puerto Plata y fueron rescatados por la Guardia Costera Dominicana. Algunos de estos sobrevivientes estaban heridos de bala. Para finales del mes de marzo, cuarenta barcos mercantes naves habían sido destruidos por seis submarinos en el área del Caribe solamente. Los submarinos U-boats hundieron sesenta barcos mas en abril, luego hundieron ciento cinco buques durante el mes de mes de mayo de 1942.

 Aunque la Marina de Guerra Dominicana no tuvo acciones contra buques enemigos, su  marina mercante sufrió pérdidas. Dos de los buques en esa lista sombría los fueron el orgullo de la marina mercante dominicana, los vapores "San Rafael" y el "Presidente Trujillo". Históricamente la República Dominicana fue un suplidor tradicional de productos de exportación a la región del Caribe, comercio donde las goletas construidas en el país jugaron un papel principal, a un punto tal que cuando el ex-presidente  de Venezuela, Rómulo Betancourt, vivió en el exilio en Santo Domingo, allá por 1928, se dedicó a la exportación de víveres, vegetales y frutas al Caribe, desde la República Dominicana.[11]

El Hundimiento del Vapor "San Rafael"

El buque mercante dominicano ‘San Rafael’ de 1,973 toneladas, construido en Alemania en 1905 e incorporado a la marina mercante nacional en 1939, con 38 tripulantes a bordo se dirigía de Tampa, Florida hacia Kingston, Jamaica. El domingo 3 de mayo de 1942 a las 11:27am. encontrándose a unas 80 millas al Noroeste de Jamaica en las coordinadas 79’10” Oeste y 18’55’ Norte, fue torpedeado por el submarino alemán “U125”. [10] El torpedo impactó debajo del puente en el costado de babor, hiriendo mortalmente al Primer Oficial. Al despegarse los botes de la embarcación, surge de las profundidades el submarino, a unos cincuenta metros de distancia, y comienza a disparar con su cañón de 88mm al buque, mientras sus tripulantes apuntan con ametralladoras a los marineros dominicanos que remaban con brío para alejarse del lugar. Dos compañeros rezagados a bordo del buque hacen esfuerzos infructuosos por arriar una balsa y se ven obligados a lanzarse al agua.

Bajo el impacto de 32 disparos por ambos costados, 20 minutos después de recibir el torpedo, el “San Rafael” totalmente destruido, se empieza a hundir de proa lentamente, y por unos segundos su tripulación a bordo de los botes salvavidas ven con dolor la bandera tricolor de la República Dominicana ondear con orgullo en la popa del agonizante buque. El “San Rafael” desapareció bajo las aguas a las 11:53 am.

Ocho días permanecieron esos hombres enfrentándose a las inclemencias del tiempo, con escasos alimentos y agua potable, hasta que el lunes 11 de mayo logran llegar a Nueva Gerona, isla de Pinos en Cuba. El “U125” fue posteriormente hundido con la pérdida de toda su tripulación el 6 de mayo de 1943, tres días después de haberse cumplido el primer aniversario del hundimiento del "San Rafael”, por unidades Británicas al este de las costas de Terra Nova, Canadá, cuando intentaba atacar un convoy aliado.

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El U-125 fue echado a pique el 06 de mayo 1943 por destructores británicos.

Los nombres de los 34 marineros dominicanos que entregaron sus vidas durante la Segunda Guerra Mundial cuando navegaban en buques mercantes desarmados por aguas caribeñas, aparecen inscrito en el monumento erigido en su honor por la Liga Naval Dominicana ubicado cerca del monumento a la Caña de Azúcar en Santo Domingo Oriental.[11]

El Hundimiento del Vapor "Presidente Trujillo"

Dieciocho días después el buque mercante " Presidente Trujillo" fue hundido por el submarino alemán U-156 en aguas del mar Caribe con 45 tripulantes, de los cuales 30 murieron en la tragedia.

El vapor "Presidente Trujillo" fue construido por los astilleros Howaldtswerke AG, Kiel, de Alemania, en el año 1900. Con una capacidad de 1,668 toneladas, era un vapor movido a carbón, con una velocidad máxima de 10 nudos.[13]

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El Vapor "Presidente Trujillo". Pasaje/Carga.

En el sitio de Internet Fuerzas Armadas Dominicanas, se dice que "En el mes de octubre, el entonces Mayor del Ejercito Nacional Charles A. Maclaughlin, fue enviado a La Habana, Cuba, para negociar la adquisición del buque mercante "Guantánamo", el cual se adquiriría a una empresa naviera cubana para convertirlo en transporte militar.[14] Así se iniciaba lo que seria la formación de la Marina de Guerra moderna dominicana, llegando al país con una tripulación mixta de marineros españoles y cubanos, al mando del capitán español José Urruchúa (luego su tripulación pasa hacer completamente de origen dominicano). El buque llegó al país el 16 de diciembre de 1933, primero por Puerto Plata, donde fue acondicionado y convertido en transporte militar, el cual recibe el nombre de 'Presidente Trujillo'. En noviembre de 1938, el buque fue desmilitarizado y pasó a manos de la empresa Naviera Dominicana, C. x A. (empresa controlada por el propio Trujillo), el cual comenzó a operar para esta empresa el 1 de enero de 1939. Este barco, junto a tres buques mercantes, cumplía la misión de llevar mercancías principalmente a los países vecinos de las Antillas, México, y Estados Unidos".

El 21 de mayo de 1942, el "Presidente Trujillo" se dirigía hacia San Juan, Puerto Rico, desde Martinica, cuando a poco de haber zarpado fue avistado por el submarino alemán U-156. El vapor llevaba un cargamento de reses. El torpedo llegó sin aviso e hirió de muerte al barco que se hundió en apenas cuatro minutos. De sus 45 tripulantes 30 murieron en la tragedia. La posición del hundimiento es 14.38N, 61.11W -Grid ED66.[15]

El submarino U-156

El submarino U-156 fue comisionado el 4 de septiembre de 1941, bajo el mando del capitán Werner Hartenstein. Realizó 5 patrullas, hundiendo 20 barcos para un total de 97,504 toneladas; 3 barcos dañados y un navío de guerra dañado. Fue hundido a la 1:15 pm del 8 de marzo de 1943, al este de Barbados. Sólo hubo cinco supervivientes entre la tripulación.

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El U-156 en el momento del ataque que acabó con su hundimiento.

Otros hundimientos

El hundiemiento de los buques mercantes " San Rafael" y el "Presidente Trujillo" no fueron los únicos hundimientos de ese año de buques dominicanos. El 16 de junio, el submarino alemán U-126 hundió la goleta "Nueva Altagracia" cerca de la costa de Curazao, y el 12 de julio, la goleta "Carmen" fue hundida por el U-166, a quince millas de la localidad de Cabarete.

Para fortuna del pueblo dominicano, en el tono de 1942 los aliados pudieron armar una ofensiva contra los ataques de submarinos alemanes y por tal razón de hay en adelante no se registraron más hundimientos de barcos de matrícula dominicana.

El “U-516”, al mando del Teniente de Navío Hans Rutger Tillessen, hundió el buque tanque americano “Harrisburg Esso”, de 9,898 toneladas, el día 7 de julio de 1944, muy cerca de Cabo Beata, en la República Dominicana. Este fue el último ataque realizado en el mar Caribe por Submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, (1939-1945).

Resultados finales de la Guerra Submarina

En todas las operaciones militares los submarinos alemanes hundieron en total 2.848 buques mercantes
Luis Armando Cordero
, con un total de 14.000.000 de toneladas. Ningun barco de transporte de tropas estadounidense fue hundido en la guerra.


Una vez que los estadounidenses, los canadienses y los británicos, coordinaron sus esfuerzos, no sólo lograron brindar apoyo casi total a sus rutas de transporte, sino que pudieron dejar el papel defensivo de los convoyes y tomar el papel ofensivo de los escuadrones "cazasubmarinos". El desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas tácticas en ambos bandos inclinaron la balanza de un lado al otro, pero al final, Alemania no pudo hacer frente a las potencias tecnológicas angloparlantes.

Por el lado alemán, el porcentaje de bajas fue alarmente: de los 1.170 U-Boots alemanes que participaron en la Segunda Guerra Mundial, 785 fueron hundidos por los Aliados, sin contar los que fueron hundidos en accidentes, capturados o desaparecieron. La llegada tardía de los Submarinos del tipo XXI, no pudo subsanar lo que 6 años de guerra no habían podido hacer. En total, el 75% de los sumergibles fueron hundidos o capturados, un porcentaje de bajas más alto que el de los kamikazes.

Repercusiones de la Guerra Submarina en el Caribe

Quizás mas que nada la guerra submarina en el Caribe repercutió sobre la política de seguridad de los Estados Unidos y las medidas tomadas como consecuencia de ella. Esta política siempre era fuertemente orientada hacia el Canal de Panamá como un ojo de aguja altamente sensible, pero también era determinada por la protección de las rutas de transporte marítimo con el fin de asegurar suministros estratégicamente importantes de materiales vitales. Fueron casi cien los Submarinos que operaban en el Caribe, por lo general en oleadas de 5 a 12 submarinos. La dimensión de la casi completa interrupción de los transportes vitales de petróleo y gasolina hacia Inglaterra y de los transportes de bauxita para la industria de aviación en Estados Unidos en 1942 y el shock que causaron las operaciones de naves de guerra enemigas en la desembocadura del Mississipi y en el alcance visual del Canal de Panamá, Guantánamo y la costa de Florida, contribuyeron a que el potencial de amenazas marítimas se convirtiera en un punto focal de la política de seguridad norteamericana.
_________________________________________________________

1) Dr. James S. Corum,"La Guerra en el Caribe—el Poderío Aéreo en contra de los Submarinos Alemanes en Aguas Latinoamericanas", Air & Space Power Journal,Cuarto Trimestre 2003.
2) Gerhard Sander, "La Guerra Submarina en el Caribe", Anotaciones y complementaciones acerca del libro de igual título de G. T. M. Kelshall.
3) Ibid.
4) Ibid.
5) Eric Paul Roorda,"The Dominican Republic during World War II: The Axis, the Allies, and the Trujillo Dictatorship", Chapter for Latin America during World War II, March 2004.
6) Ibid.
7)Ibid.
8)Ibid.
9) Ibid.
10)William V. Wall, "Crónica del hundimiento en el Caribe del “San Rafael” ", Periódico Hoy, 9 demayo de 2009.
11) Ibid.
12) Roberto B. Saladín Selín,"Recordando nuestras goletas", Periódico Hoy, 14 de Junio 2008.
13) Carlos J. Mey / Miguel A. Galdeano,"Indice General de la Marina Mercante Dominicana", Fundacion Histarmar, Buenos Aires, Argentina.http://www.histarmar.com.ar/
14)"El hundimiento del "Presidente Trujillo", http://www.diariolibre.com/noticias/2007/05/21/i136155_index.html 
15) Ibib. 

 El autor es Vice Presidente de la Fundación Encuentro Histórico Hispanoamericano residente en Guayama, Puerto Rico.

jueves, 17 de abril de 2014

MI “TÍO FRANCIS” CAAMAÑO

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Por Jesús Méndez Jiminián

                            
“…es preciso que seamos sinceros a tiempo     para evitar desilusiones tardías” ~  Minerva Mirabal en Carta a
Manolo Tavárez Justo (1954).

A mis tíos Marcia, Jacobo y Chibú Suero Deñó (In Memoriam), en el 49 Aniversario de la Guerra de Abril

Coronel Francisco Alberto Caamaño
En la vida de cada ser humano se producen acontecimientos que resultan imborrables. Sólo el paso del tiempo es capaz de darles la dimensión justa y colocarlos en su verdadero sitial. En mi caso particular, voy a referirme, por ahora, sólo a uno que ha marcado mi rumbo: haber sabido a temprana edad de Francis Caamaño.

            A menudo, siendo yo niño, mis padres, pero específicamente mi madre, me enviaba a Santo Domingo donde mis tíos Jacobo Moquete y Marcia Jiminián a pasar mis vacaciones escolares. Para mi aquello era como un bálsamo; llegar desde Santiago, mi ciudad natal, con aire de pueblo y vecindario familiar, a la cosmopolita ciudad de Santo Domingo, la “Atenas del Nuevo Mundo”, y hacer un recorrido por sus hermosos sitios históricos de más de 350 años de existencia entonces, y escuchar atentamente a mí tía Marcia hablarme de su historia, era como aprender de una verdadera cátedra después de yo haber pasado nueve largos meses en el universo de la escolaridad.

            La ubicación de la residencia de mis tíos por aquellos tiempos, era la calle de Santo Tomás de Aquino esquina Ramón Santana de la ciudad universitaria, exactamente donde en uno de sus apartamentos viviera en su época de estudiante universitario el gran líder  revolucionario Manolo Távarez Justo. Aquel apartamento de mis tíos, fue siempre hogar agradable y mágico para tertulias y encuentros de dirigentes políticos de izquierda, maestros, líderes estudiantiles, comunitarios y sindicales, y hasta refugio clandestino para algunos en la época de la funesta dictadura balaguerista (1966 – 1978). Contando yo entonces con nueve o diez años de edad, fui testigo de que mi tío Jacobo iba para Londres a realizar estudios especializados y estaba perfeccionando el inglés con clases particulares que una profesora iba a darle al apartamento. Escuchaba yo también entre mis tíos, en sus conversaciones a solas que Francis Caamaño, el Coronel de Abril, estaba en funciones diplomáticas en la capital inglesa tras la Guerra de 1965, y que allá, además de ir a estudiar, mi tío Jacobo se encontraría con él. Recuerdo, como si fuera hoy, todo aquello, tan vivo y emocionante en mi ¡y todo fue así! Mi tía Marcia luego marchó a Londres, a encontrarse con ellos.
           
            Pero, no volví a escuchar mas de Francis Caamaño hasta cuando vino al país, en la gloriosa expedición que lideró desde Cuba, y entró por Caracoles en las costas de Azua junto a un pequeño grupo de revolucionarios, que venían a liberarlos de las injusticias del régimen dictatorial de Joaquín Balaguer, en 1973. Mayor fue en mi la desagradable sorpresa cuando en febrero de ese mismo año, contando yo con trece años de edad, me enteré por fuentes diversas, de que Francis Caamaño y casi todos sus camaradas de lucha revolucionaria habían caído en combate,  o habían sido fusilados, después de ser algunos capturados vivos como fue su caso en particular. ¡Qué dolor tan grande fue todo aquello para mi, pues, él que tanto era mencionado en el hogar de mis tíos, se había convertido también, en mi “tío Francis”.

            Pasaron los años, pocos por cierto, y en mi época de estudiante en la UASD, volví entonces al apartamento de mis tíos, encontrando yo allí, en su espación sala – comedor, una litografía gigante del “tío Francis” que adornaba sus paredes como un recuerdo eterno a su memoria, y la fe de que siempre él estaría presente entre nosotros, y en nuestros corazones aun después de ser brutalmente fusilado en las montañas del Sur por pusilánimes, que hoy se pasean como si nada por las calles de nuestro país. Recordaría al “tío Francis”  luego, cuando solía conversar largamente y de forma amena y familiar con su pariente y acompañante fiel de sus luchas patrióticas Alejandro Suero Deñó, el “tío Chibú”. Aquellas agradables peroratas con “tío Chibú”, en mi cuarto de estudiante, casi siempre giraban en torno la figura procera de “tío Francis”, de quien puedo decir que por él me convertí en dirigente estudiantil universitario y que hoy sigo sus huellas imborrables.

            A cuarenta y un años de la muerte gloriosa de mi “tío Francis”, y a 49 años de la epopeya de Abril en la que él emergió como un gigante, hoy, vienen a mi memoria  aquellos entrañables recuerdos, que comparto con ustedes para que no queden en el olvido eterno de un pueblo con poca memoria histórica.

            El ejemplo de “tío Francis” de seguro, hoy más que nunca, habrá de señalar para siempre un mejor mañana en la patria de Duarte, aun ultrajada y saqueada por una “fábrica de ladrones” que no termina, y en donde no pocos han querido menoscabar la inmensa grandeza de aquel valeroso soldado de Abril, que se hizo más gigante aun al llegar por Caracoles, y subir por  “las escarpadas montañas de Quisqueya”, para liberarnos de todas las miserias…

¡Loor siempre a “tío Francis”, y con él a todos aquellos que han dado lo mejor de sí hasta ofrendar sus vidas, para un destino mejor de nuestro pueblo! Pues, como bien lo dijo José Martí: “Quien tenga patria que la defienda. Y que no la tenga, que la conquiste”.

14 de Mayo de 2014.

  North Bergen, Nueva Jersey, USA.

viernes, 11 de abril de 2014

EL MARTÍ VEGANO DE JESÚS MÉNDEZ JIMINÍAN

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Por  Pablo L. Crespo Vargas 1

“Nos moriremos todos, pero nuestras obras permanecerán” ~ Sigmund Freud

José Martí 
José Martí es la figura más emblemática de No solamente es recordado por su incansable lucha en contra del régimen opresor colonial, lo que lo llevó a la creación del Partido Revolucionario Cubano y a la unificación de los principales comandantes y dirigentes de la Guerra de 1868, entre ellos a Antonio Maceo y a Máximo Gómez para la que luego sería la Guerra del 95.
la historiografía cubana, y una de las principales tres en el ámbito antillano.

No obstante, José Martí fue mucho más que el ser político, que motivaba a los cuabanos a luchar por su libertad, también fue un prolífico escritor. Su obra, enmarcada en el más profundo sentido analítico, es muestra de su ideario, el cual nos presenta, la verdadera cualidad de éste ser, un gran pensador y filósofo. Lo complementaba con una excelentísima oratoria.

José Martí era universal, un modernista que desde muy joven escribía; desmostrando su amor por su patria. Lamentablemente, su deseo de ver una Cuba libre lo llevó a vivir en el exilio, aunque esto no lo desalentó en su afán por promover la independencia de su pueblo.

Dr. Pablo L Crespo Vargas
Otro exiliado fue don Federíco García Godoy, como adolescente a suelo dominicano, comienza a desarrollarse como escritor y humanista, promotor del conocimiento en distintos ámbitos del saber. Llega a vivir en Santiago de los Caballeros y luego se radica oficialmente en La Vega.
cuya familia en 1870 llega a la ciudad de Santo Domingo procedente de Santiago de Cuba, de allí pasan a Puerto Plata. Federíco, que llega

Es allí donde José Martí y Federíco García Godoy se encuentran. Para Martí, García Godoy era un intelectual cubano al que debía conocer, aparte de tenerlo como integrante de su grupo de apoyo en el exilio.  Ambos seres, en su medida, eran luchadores cubanos que amaban a su patria.

El análisis que el profesor Jesús Méndez Jiminían nos presenta sobre estos dos personajes, cuyas vidas pueden ser vistas como paralelas, nos lleva a profundizar en la importancia de la conexión antillana, a la que ambos individuos respondían, y a la cual, otros héroes históricos de la región como Juan Pablo Duarte y Eugenio María de Hostos, fueron partícipes.

Hoy, ese grito por mantener una unidad antillana aún está latente.  Nuestros pueblos, producto de un mestizaje centenario, deben tener presente la importancia de estos seres, siguiendo su ejemplo y promoviendo ese amor caribeño que nos llevará a la formación de una sociedad antillana que será ejemplo a todo el planeta.

Lajas, Puerto Rico
Marzo del 2014

1Pablo L. Crespo Vargas (n. 1974) es historiador, folclorista y culturólogo puertorriqueño con varias publicaciones relacionadas a la microhistoria, la sociedad lajeña (municipio del suroeste de Puerto Rico) del siglo XIX y el imaginario religioso y cultural en el Caribe.

2Las tres grandes figuras históricas de las Antillas Mayores fueron José Martí por Cuba, Juan Pablo Duarte por la República Dominicana, y Eugenio María de Hostos por Puerto Rico.