domingo, 4 de octubre de 2015

LOS PROBLEMAS MONETARIOS DE PUERTO RICO EN EL SIGLO XIX : EL PESO MEXICANO

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Por Luis Armando Cordero

Puerto Rico tuvo la distinción de disfrutar de un privilegio de las naciones soberanas que fue la de tener una moneda propia. Pero esto por un breve lapso de tiempo de solo tres años. En los años 1885 y 1896 España autorizó la emisión de monedas propias para Puerto Rico.

De acuerdo a la historiadora Irene Rivera Rodríguez todo el siglo XIX fue problemático para Puerto Rico en términos de su moneda y de la oferta monetaria en general[1]. En ese siglo nuestro país mantuvo una ausencia permanente de medios de pago y capitales para apoyar sus actividades productivas cosa que contribuyó en gran  medida a evitar que la  economía de Puerto Rico se diversificara. El comercio de la isla estaba estructurado, de un lado, a base de la exportación de productos agrícolas y del otro lado de la importación de víveres y productos manufacturados [2].

 Según la historiadora Rivera Rodríguez, no hubo bancos en Puerto Rico en funciones hasta el 1877, y no ocurrió una emisión autorizada de papel moneda hasta el 1890[3]. La poca oferta monetaria que existía se complementaba con el crédito que otorgaban los comerciantes directamente a los hacendados de azúcar, café y otros frutos. Estos comerciantes importaban mercancía de Europa y Estados Unidos la cual vendían a crédito a los hacendados y comerciantes menores y a cambio recibían los frutos del suelo para embarcarlos a los mercados de exportación. Estos comerciantes también constituían los únicos prestamistas que había en nuestra economía y cargaban unas tasas de interés que alcanzaban hasta un 25%.

Hasta el el 1857 había circulado el peso de plata macuquino venezolano[4].A partir de entonces se restauro el peso duro español pero debido a las exigencias del  comercio exterior las cantidades se agotaron en tres o cuatro anos [5]. En 1867 el gobierno emite un decreto que permite la libre circulación del dolar estadounidense y el napoleón francés. Pero como la escasez de dinero continuaba, en 1879 el gobierno autoriza la circulación del peso de plata mexicano que fue la moneda de curso legal en Puerto Rico hasta el 1889[6]. El peso de plata mexicano aparentemente fue introducido en grandes cantidades a Puerto Rico por dos razones:

1). Por los pagos desde Cuba y Estados Unidos por la exportaciones de café y azúcar que salían de Puerto Rico.
2). Por la compra de los extranjeros de una parte de los bonos de indemnización de esclavos.

El peso mexicano tenía un valor más alto
Ilust.1. Moneda Mexicana de 8 Reales,1878.
en la economía local que en el mercado internacional donde  el valor de la plata se depreció por la sobreproducción de este metal. Ya a la altura de 1888 el valor de la moneda mexicana en el mercado internacional era de 72 a 62 1/2 centavos por peso[7]. Esto propiciaba un amplio espacio para la especulación llevado a cabo principalmente por los grandes propietarios y comerciantes de origen catalán que introducían la moneda mexicana depreciada a Puerto Rico, producto de sus transacciones comerciales con el exterior, las cuales circulaban internamente a través de sus operaciones locales del crédito y  préstamo con un valor más alto en la isla. El Tesoro local, por su parte, obtenía una ganancia también del 5% o su ajuste correspondiente en el pago de deudas y transacciones, toda vez que en el comercio local el peso español y el peso mexicano eran admitidos con el mismo valor.[8]

En resumidas cuentas, como nos dicen María Teresa Cortés Zavala y José Alfredo Urbe Salas en su ensayo, "la diferencia en el valor del peso mexicano daba lugar a la especulación (...), comprando pesos mexicanos fuera de Puerto Rico a precios más baratos y trayéndolos a Puerto Rico, donde el comercio y el Gobierno los aceptaban a un precio más alto que el resto del mundo"[9]. Y esta situación "creó un boquete financiero y fiscal sin precedente, y abrió el camino al contrabando de moneda de plata" [10].

Ya para el 1886 "comerciantes e industriales locales habían barajado en Aibonito soluciones de corte autonomista, tendientes a la creación de instituciones financieras regulatorias del mercado financiero, incrementado la oferta monetaria y fomentando un sistema de crédito con dinero más barato que estimulara el incremento y competitividad de la producción de bienes y servicios"[10]. De hecho, bajo este ambiente de  crisis económica y  descontento social es que nace el Partido Autonomista  Puertorriqueño. 

Ante toda esta situacion "el gobierno local sólo atinó a prohibir la importación de plata mexicana y a no recibir ésta en pago de contribuciones o derechos de aduana en las cajas públicas."[11]

"La determinación de prohibir la circulación de moneda de plata mexicana, provocó el efecto contrario; acrecentaría su ingreso a la isla a través del contrabando y las transacciones comerciales que con regularidad matenían los isleños con las islas de San Thomas y Curazao" [12] .

Como nos dice la autora Annie Santiago de Curet en su libro "Crédito, moneda y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX": "Inumerables quejas sobre varios aspectos del problema monetario en la isla se presentaron ante el gobierno metropolitanos. Las medidas adoptadas no alcanzaron a conjurararlo por ser este un síntoma de grandes males" [13].

 Como el problema  principal en las ultimas dos décadas del siglo XIX era el la moneda mexicana se decreta en 1895 la sustitución de esa moneda o cualquier otra moneda circulante por la moneda provincial. Se fija el valor de la moneda mexicana en 95% de su valor nominal y se recogen siete millones de pesos mexicanos sustituyéndolos por 6,426,396 pesos de la moneda provincial, haciendo los ajustes pertinentes relacionados con el costo de acuñación, trasporte y canje[14]. En el mercado exterior se cotizaba a un valor de 50 centavos el peso.


Ilust.2. Moneda Provincial de Puerto Rico de Plata de un Peso

Ya al finalizar la Guerra  Hispanoamericana de 1898 surgió otro cambio cambio de moneda. En este caso se trataba de una medida muy desventajosa para Puerto Rico que fue la orden de canjear la moneda provincial introducida en 1895 por el dolar estadounidense. El canje perjudico la economía de Puerto Rico porque se fija el valor del peso provincial en 60 centavos por dolar, cuando dicha moneda había tenido un mayor valor, al cambio por dolar, antes de la invasión [15]. En otras palabras que "el cambio del peso provincial, a razon de 60 pesos por dolar, significo una devaluación de la riqueza del país. Esto implicaba que en lo sucesivo, inversionistas de Estados Unidos podrian comprar tierras y otros bienes a precios de descuento"[16].
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(1).Irene Rivera Rodriguez: "El Debate sobre el peso mexicano en Puerto Rico: 1870-1889".http://economia.uprrp.edu/
(2). Annie Santiago de Curet:"Crédito, moneda y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX". p.20.
(3). Irene Rivera Rodriguez: "El Debate sobre el peso mexicano en Puerto Rico: 1870-1889".http://economia.uprrp.edu/.
(4).Ibidem.
(5).Ibidem.
(6). Ibidem.
(7). Annie Santiago de Curet:"Crédito, moneda y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX". p.30.
(8). Irene Rivera Rodriguez: "El Debate sobre el peso mexicano en Puerto Rico: 1870-1889".http://economia.uprrp.edu/
(9). María Teresa  Cortés  Zavala y José Alfredo Uribe Salas: "De pesos mexicanos a pesos españoles vs. autonomía administrativa en Puerto Rico". Facultad de Historia, UMSNH.
(10).  Ibidem.
(11). Ibidem.
(12). Ibidem.
(13). Annie Santiago de Curet:"Crédito, moneda y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX". pag.31.
(14). Ibidem, pag. 33.
(15). Francisco Scarano Fiol: "Puerto Rico cinco siglos de historia", pag.648.
(16).  Ibidem, pag.648.

Ilust.1.) https://books.google.com.pr/

   Ilust.2) .  http://www.conuvi.com.ar/

sábado, 6 de junio de 2015

SOBRE LA CAUSA DE LA MUERTE DE SEGUNDO RUIZ BELVIS EN CHILE

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Por Luis Armando Cordero


 "¡Amigo de mis ideas! (...) hiciste bien en descansar de la existencia. Descansaste a tiempo. Ni viste a Cuba martirizada, ni a Puerto Rico escarnecida..." ~ Eugenio María de Hostos ante la tumba de Segundo Ruiz Belvis en Valparaíso,Chile.
Segundo Ruiz Belvis


Nacido el 13 de mayo de 1829 en Hormigueros, Segundo Ruiz Belvis ha sido una de las personalidades más enigmáticas de nuestra historia del siglo XIX. Fue un político y abogado puertorriqueño que destacó como líder abolicionista e independentista y compañero inseparable de lucha del Dr. Ramón Emeterio Betances.

Fue el primer líder puertorriqueño en viajar a Panamá, Perú y Chile trascendiendo la metrópoli y el Caribe. Pero la vida de Ruiz Belvis fue muy corta, toda vez que murió a los 38 años de edad, en una misión en Chile, en circunstancias un tanto misteriosas de las cuales se ha comentado tres posibilidades: asesinato, suicidio o muerte repentina por enfermedad.

Sobre la muerte de Ruiz Belvis en Chile nos dice el historiador  puertorriqueño Mario R. Cancel Sepúlveda en el documento titulado "Segundo Ruiz Belvis, destino de sus restos"  que "en los libros de la Parroquia Matriz del Salvador en Valparaíso se anota que su fallecimiento ocurrió el día 3 de noviembre de 1867 y que su entierro se celebró el día siguiente “con oficio menor en el Cementerio de esta ciudad.”  No recibió Ruiz Belvis los sacramentos “por no haberlos pedido,” según informes del Vicario Jorge Montes." [1] "Ese mismo día cuatro fue trasladado al cementerio, hoy Cementerio número uno, tras el pago de $8.50 por un féretro de segunda clase y el derecho de enterramiento.  Dicha suma fue saldada por un tal Antonio Cruz, posiblemente masón como el fenecido.  En estos documentos se atribuye la muerte a una “contusión interior”.  No consta si se realizó autopsia en el cadáver." [2]


Ciudad del Valparaíso, Chile, durante el siglo 19
" Cuando la noticia llegó a las Antillas, Betances se hallaba inmerso en los preparativos de la próxima revolución de Lares.  También éste se manifestó en torno a la muerte de su colaborador y amigo en una dolida proclama fechada el 22 de diciembre de 1867 firmada por el Comité del Oeste del Comité Revolucionario de Puerto Rico.  Ruiz aparecía ante los ojos de Betances como un modelo a seguir cuando decía que “los hombres pasan, pero los principios quedan y triunfan.”  [3]

Añade Cancel Sepúlveda en su escrito: "El misterio rodeó aquella muerte. El historiador de San Germán José Marcial Quiñones dice que en su tiempo la misma causó “honda impresión” y se habló de un posible envenenamiento criminal o de un suicidio.  Otros historiadores indicaron que Ruiz fue atacado para despojarle de un diamante y de unas sumas de dinero que llevaba consigo." [4]

 Como en eso días existía la sospecha de que el revolucionario de Hormigueros había sido asesinado por agentes españoles"Betances mismo instó a varios compañeros de la lucha política a que iniciaran una investigación al respecto.  El padre Fernando Meriño fue encargado de la misma.  Justo Barros debía acompañarlo.  Betances estimaba que si se reunían entre 1,600 y 1,800 pesos, se podían movilizar Meriño y Barros a Chile y desentrañar “si fue o no natural la muerte de Segundo Ruiz, si iba o no enfermo.(...)Además del compromiso con el amigo, Betances estaba interesado en que Meriño reiniciara los contactos con el gobierno chileno, relaciones que la muerte de Ruiz había dejado truncas." [5]

"En abril de 1868 el plan fracasó por falta de dinero.  En carta a Antonio Ruiz a Hormigueros, Betances le comunicó: “No hay quien me haga comprender que entre su familia y usted no se puedan reunir $1,000.  Sé que el amor a la plata es grande en nuestro país”. [6] Agrega Cancel Sepúlveda : "ese mismo día 21 de abril, Betances envió una carta pidiendo excusas al padre Meriño por la suspensión de la empresa.  Betances estaba desilusionado." [6]

" El 31 de mayo de 1868, según Ada Suárez Díaz, el doctor en medicina E.C. Menckel, expidió en Valparaíso, Chile, un certificado en donde se aclaró la naturaleza del deceso de Ruiz Belvis. El referido documento fue presentado como pieza de prueba en un pleito para certificar su fallecimiento. El documento es muy específico en cuanto a una serie de detalles del trasiego de Ruiz Belvis desde Panamá o Perú a Chile. Menckel aseguró haber asistido a Ruiz desde su llegada a Chile y que “un día o dos antes de partir de Puerto Rico había sido necesario introducirle cat roder para dar salida a la orina." Se asegura en el citado documento que Ruiz Belvis pasó la mayor parte del viaje “en camarote y en cama” y que ya en el Callao, Perú, estaba sumamente débil y no pudo bajar a tierra.  Allí, el día 6 o 7 de octubre, le suplieron medicamentos y prosiguió su viaje pero ya tenía los testículos hinchados y la orina se le había infiltrado provocando gangrena que fue la causa directa de la muerte." [7]

"En 1873 Eugenio María de Hostos se acercó a la tumba del prócer.  Iba a “visitar al olvidado” Segundo Ruiz Belvis.(...) Hostos había realizado alguna investigación antes de lanzarse a la tarea de buscar aquella tumba.  Sus investigaciones le llevaron a la conclusión de que Ruiz Belvis había llegado enfermo a Valparaíso."[8]  



Mausoleo del Procer Segundo Ruíz Belvis en Hormigueros, Puerto Rico

Notas

(1) Mario R. Cancel Sepúlveda. "Documento: Segundo Ruiz Belvis, destino de sus restos". 27 de agosto de 2012.https://horomicos.wordpress.com
(2)Ibid
(3)Ibid
(4)Ibid
(5)Ibid
(6)Ibid
(7)Ibid
(8)Ibid


Referencias

- Félix Ojeda Reyes."La idea de juntarnos".01 de Febrero de 2014. http://www.minhpuertorico.org/
- Eugenio María de Hostos. "En la tumba de Segundo Ruiz Belvis". https://horomicos.wordpress.com

- http://hormiguerospr.net/puntosinteres.html





jueves, 21 de mayo de 2015

DOS DERROTAS Y UN FRACASO ESTREPITOSO

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Por: Jesús Méndez Jiminián

“La primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas y hacer cosas honradas por los amigos”.   CICERÓN


La vida tiene miles de maneras de cobrarnos las mentiras.
Millones de forma de enseñarnos las verdades. E infinitas acciones para hacernos arrodillar ante Dios cuando queremos injustamente avasallar a los demás con bajezas y mezquindades, que el gran escritor francés Victor Hugo definió como “las miserias humanas” en su famosa obra “Los Miserables”.

Perth Amboy, en el estado de New Jersey, vivió recientemente momentos difíciles, aterrorizantes, macabros y humillantes sólo comparables a los que vemos en películas de terror o en las pasadas dictaduras militares de Latinoamérica. Muchos de sus ciudadanos con derecho al voto fueron sometidos a interrogatorios tortuosos; vejados de este derecho universal y cuestionados injustamente de ¡hasta por quién votaron! Cosa insólita en una democracia como la norteamericana.

Y, todo lo anterior, sólo por hacerle de ver al pueblo de Perth Amboy, que en el llamado “Team de la alcaldesa”  hay dinero, olor a poder y voluntad para comprar conciencias a cualquier precio con sólo pedir un deseo…Pero, la justicia de Dios es ley divina entre los hombre.

Lo ocurrido en las pasadas elecciones de mayo 12 (repetidas por decisión judicial), para el Concilio de la ciudad, y elegir entre dos candidatos al que representaría a sus conciudadanos, deja una gran lección a la vista de todos para el llamado “Team de la alcaldesa”: Sencillamente “le crecieron las narices como a Pinocho”.

Y, la otra lección para el candidato perdedor en la ocasión, por el llamado “Team de la alcaldesa” es: el de dos derrotas y un estrepitoso fracaso difícil de superar en el terreno político, y quizás, en el de las relaciones humanas por las heridas profundas dejadas en muchos, incluida la comunidad dominicana.

            El autor es escritor dominicano
            Perth Amboy, NJ

            Mayo 17, 2015