Por Luis Armando Cordero
Puerto Rico tuvo la
distinción de disfrutar de un privilegio de las naciones soberanas que fue la
de tener una moneda propia. Pero esto por un breve lapso de tiempo de solo tres
años. En los años 1885 y 1896 España autorizó la emisión de monedas propias
para Puerto Rico.
De acuerdo a la historiadora
Irene Rivera Rodríguez todo el siglo XIX fue problemático para Puerto Rico en
términos de su moneda y de la oferta monetaria en general[1]. En ese siglo
nuestro país mantuvo una ausencia permanente de medios de pago y capitales para
apoyar sus actividades productivas cosa que contribuyó en gran medida a evitar que la economía de Puerto Rico se diversificara. El comercio de la isla estaba estructurado, de un
lado, a base de la exportación de productos agrícolas y del otro lado de la importación
de víveres y productos manufacturados [2].
Según la historiadora Rivera Rodríguez, no
hubo bancos en Puerto Rico en funciones hasta el 1877, y no ocurrió una emisión
autorizada de papel moneda hasta el 1890[3]. La poca oferta monetaria que
existía se complementaba con el crédito que otorgaban los comerciantes
directamente a los hacendados de azúcar, café y otros frutos. Estos
comerciantes importaban mercancía de Europa y Estados Unidos la cual vendían a
crédito a los hacendados y comerciantes menores y a cambio recibían los frutos
del suelo para embarcarlos a los mercados de exportación. Estos comerciantes
también constituían los únicos prestamistas que había en nuestra economía y
cargaban unas tasas de interés que alcanzaban hasta un 25%.
Hasta el el 1857 había
circulado el peso de plata macuquino venezolano[4].A partir de entonces se
restauro el peso duro español pero debido a las exigencias del comercio exterior las cantidades se agotaron
en tres o cuatro anos [5]. En 1867 el gobierno emite un decreto que permite la
libre circulación del dolar estadounidense y el napoleón francés. Pero como la
escasez de dinero continuaba, en 1879 el gobierno autoriza la circulación del
peso de plata mexicano que fue la moneda de curso legal en Puerto Rico hasta el
1889[6]. El peso de plata mexicano aparentemente fue introducido en grandes
cantidades a Puerto Rico por dos razones:
1). Por los pagos desde Cuba
y Estados Unidos por la exportaciones de café y azúcar que salían de Puerto
Rico.
2). Por la compra de los
extranjeros de una parte de los bonos de indemnización de esclavos.
El peso mexicano tenía un
valor más alto
en la economía local que en el mercado internacional donde el valor de la plata se depreció por la
sobreproducción de este metal. Ya a la altura de 1888 el valor de la moneda
mexicana en el mercado internacional era de 72 a 62 1/2 centavos por peso[7].
Esto propiciaba un amplio espacio para la especulación llevado a cabo
principalmente por los grandes propietarios y comerciantes de origen catalán
que introducían la moneda mexicana depreciada a Puerto Rico, producto de sus
transacciones comerciales con el exterior, las cuales circulaban internamente a
través de sus operaciones locales del crédito y
préstamo con un valor más alto en la isla. El Tesoro local, por su
parte, obtenía una ganancia también del 5% o su ajuste correspondiente en el
pago de deudas y transacciones, toda vez que en el comercio local el peso
español y el peso mexicano eran admitidos con el mismo valor.[8]
Ilust.1. Moneda Mexicana de 8 Reales,1878. |
En resumidas cuentas, como
nos dicen María Teresa Cortés Zavala y José Alfredo Urbe Salas en su ensayo, "la diferencia en el valor del peso
mexicano daba lugar a la especulación (...), comprando pesos mexicanos fuera de
Puerto Rico a precios más baratos y trayéndolos a Puerto Rico, donde el
comercio y el Gobierno los aceptaban a un precio más alto que el resto del
mundo"[9]. Y esta situación "creó un boquete financiero y fiscal sin
precedente, y abrió el camino al contrabando de moneda de plata" [10].
Ya para el 1886 "comerciantes e industriales locales
habían barajado en Aibonito soluciones de corte autonomista, tendientes a la
creación de instituciones financieras regulatorias del mercado financiero,
incrementado la oferta monetaria y fomentando un sistema de crédito con dinero
más barato que estimulara el incremento y competitividad de la producción de
bienes y servicios"[10]. De hecho, bajo este ambiente de crisis económica y descontento social es que nace el Partido
Autonomista Puertorriqueño.
Ante toda esta situacion "el gobierno local sólo atinó a
prohibir la importación de plata mexicana y a no recibir ésta en pago de
contribuciones o derechos de aduana en las cajas públicas."[11]
"La determinación de prohibir la circulación
de moneda de plata mexicana, provocó el efecto contrario; acrecentaría su
ingreso a la isla a través del contrabando y las transacciones comerciales que
con regularidad matenían los isleños con las islas de San Thomas y
Curazao" [12] .
Como nos dice la autora
Annie Santiago de Curet en su libro "Crédito, moneda y bancos en Puerto
Rico durante el siglo XIX": "Inumerables
quejas sobre varios aspectos del problema monetario en la isla se presentaron
ante el gobierno metropolitanos. Las medidas adoptadas no alcanzaron a
conjurararlo por ser este un síntoma de grandes males" [13].
Como el problema principal en las ultimas dos décadas del
siglo XIX era el la moneda mexicana se decreta en 1895 la sustitución de esa
moneda o cualquier otra moneda circulante por la moneda provincial. Se fija el
valor de la moneda mexicana en 95% de su valor nominal y se recogen siete
millones de pesos mexicanos sustituyéndolos por 6,426,396 pesos de la moneda
provincial, haciendo los ajustes pertinentes relacionados con el costo de
acuñación, trasporte y canje[14]. En el mercado exterior se cotizaba a un valor
de 50 centavos el peso.
Ilust.2. Moneda Provincial de Puerto Rico de Plata de un Peso |
Ya al finalizar la
Guerra Hispanoamericana de 1898 surgió
otro cambio cambio de moneda. En este caso se trataba de una medida muy
desventajosa para Puerto Rico que fue la orden de canjear la moneda provincial
introducida en 1895 por el dolar estadounidense. El canje perjudico la economía
de Puerto Rico porque se fija el valor del peso provincial en 60 centavos por
dolar, cuando dicha moneda había tenido un mayor valor, al cambio por dolar,
antes de la invasión [15]. En otras palabras que "el cambio del peso provincial, a razon de 60 pesos por dolar,
significo una devaluación de la riqueza del país. Esto implicaba que en lo
sucesivo, inversionistas de Estados Unidos podrian comprar tierras y otros
bienes a precios de descuento"[16].
_______________________________________
(1).Irene Rivera
Rodriguez: "El Debate sobre el peso
mexicano en Puerto Rico: 1870-1889".http://economia.uprrp.edu/
(2). Annie Santiago de Curet:"Crédito, moneda y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX". p.20.
(3). Irene Rivera Rodriguez: "El Debate sobre el peso mexicano en Puerto Rico: 1870-1889".http://economia.uprrp.edu/.
(4).Ibidem.
(5).Ibidem.
(6). Ibidem.
(7). Annie
Santiago de Curet:"Crédito, moneda
y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX". p.30.
(8). Irene Rivera
Rodriguez: "El Debate sobre el peso
mexicano en Puerto Rico: 1870-1889".http://economia.uprrp.edu/
(9). María
Teresa Cortés Zavala y José Alfredo Uribe Salas: "De pesos mexicanos a pesos españoles
vs. autonomía administrativa en Puerto Rico". Facultad de Historia,
UMSNH.
(10). Ibidem.
(11). Ibidem.
(12). Ibidem.
(13). Annie
Santiago de Curet:"Crédito, moneda
y bancos en Puerto Rico durante el siglo XIX". pag.31.
(14). Ibidem, pag.
33.
(15). Francisco
Scarano Fiol: "Puerto Rico cinco
siglos de historia", pag.648.
(16). Ibidem, pag.648.
Ilust.1.) https://books.google.com.pr/
Ilust.2) . http://www.conuvi.com.ar/
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