domingo, 5 de octubre de 2014
Por Luis A. Cordero Morales
Abraham Lincoln es sin duda el político más conocido de la historia política norteamericana. Pertenece a la tradición liberal-conservadora y aun cuando la ortodoxia de sus convicciones religiosas es debatible, es indudable que, en su gestión práctica de gobierno, demostró ser el presidente más evidentemente cristiano de la historia americana.
Hijo de un hombre de la frontera de Kentucky, Lincoln tuvo que luchar para ganarse la vida y para aprender. Cinco meses antes de recibir la nominación de su partido a la presidencia, esbozó su vida:
"Yo nací el 12 de febrero 1809, en el condado de Hardin, Kentucky. Mis padres nacieron en Virginia, de familias sin distinciones, familias de Segundas nupcias, tal vez debería decir. Mi madre, que murió en mi décimo año, era de una familia llamada de Hanks. Mi padre se mudó de Kentucky a Indiana a mis ocho años. Era una región salvaje, con muchos osos y otros animales salvajes todavía en el bosque. No crecí. Por supuesto, al llegar a la mayoría de edad no sabía mucho. Sin embargo de algún modo, podía leer, escribir y contar pero eso era todo".[1]
Pero Lincoln, más que cualquier otro presidente estadounidense, es una figura global, admirado alrededor del mundo por el papel desempeñado en el fin de la esclavitud y la unión de una nación. Las obras sobre Lincoln se han publicado en todos los idiomas importantes del mundo.
Abraham Lincoln nunca viajó más allá de los Estados Unidos. Es mas, nunca pudo visitar la mayoría de los estados de su propio país porque lo asesinaron y ni siquiera pudo realizar su sueño de conocer California.
Como presidente, Lincoln tuvo poco contacto con los diplomáticos extranjeros; nunca conoció un jefe de estado extranjero, y delegó gran parte de la política exterior en su Secretario de Estado. [2] Las crisis políticas de su tiempo lo mantuvieron centrado en la política interna de los Estados Unidos.
Luis Armando Cordero |
No obstante lo anterior y como muy bien señala el historiador Pablo L. Crespo Vargas en el prólogo del libro "Lincoln y Santo Domingo: 1861-1865" del autor Jesús Méndez Jiminián "la intervención francesa en México y la anexión de la República Dominicana a España fueron dos hechos que retaban directamente a la visión estadounidense de 'América para los Americanos'". [3]
En este magistral trabajo el historiador Méndez Jiminián nos presenta en los primeros capítulos del la mismo detalles biográficos sobre la vida de Abraham Lincoln y en los capítulos subsecuentes nos describe con su peculiar estilo las relaciones de la administración Lincoln y de las administraciones anteriores con los distintos gobernantes de Santo Domingo.
1). Traducción libre de "Biografías presidenciales" en WhiteHouse.gov, por Michael Beschloss y Sidey Hugh.
2). Embajada de Estados Unidos en Guatemala,"Lincoln y el Mundo". http://spanish.guatemala.usembassy.gov/
3). Jesús Méndez Jiminian, "Lincoln y Santo Domingo: 1861-1865". CreateSpace Independent Publishing Platform.
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